La violencia ejercida por el crimen organizado y su representación en medios de Guadalajara

Diana Alonso
Michelle Azpeitia

 

La estrategia contra el narcotráfico puesta en marcha por el gobierno de Felipe Calderón, que comenzó en 2006, fue un punto y aparte en las expresiones de violencia y la respuesta agresiva por parte del crimen organizado en los espacios de la vida pública (Reguillo, 2021). A pesar del paso del tiempo, en el sexenio de Enrique Peña Nieto y en el del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no han existido cambios trascendentes en la confrontación militarista contra los grupos criminales, por lo que los índices de violencia y la exposición a escenas como masacres y enfrentamientos han sido parte de la vida cotidiana de los mexicanos.

Los periodistas han sido un grupo vulnerable en el país al ser amenazados y violentados por los diferentes cárteles que operan en México. Los comunicadores son quienes llegan a sufrir las consecuencias cuando se publica información respecto al tema o las personas involucradas con el narcotráfico, esto ha hecho que se llegue a recurrir a diferentes protocolos para salvaguardar la integridad de las personas. Actualmente, muchos periodistas han recurrido a la autocensura por miedo a las represalias, situación que afecta la libertad de expresión y el derecho de los ciudadanos a conocer la situación actual del país. La violencia ejercida por el narcotráfico afecta de igual forma la vida, seguridad, la percepción, las oportunidades y los derechos de las sociedades. Sus acciones no afectan solamente a lo público, también a lo privado.

La seguridad de las calles y el bienestar de los ciudadanos es responsabilidad de las policías de los tres órdenes de gobierno. No obstante, también hace falta que las propias empresas mediáticas volteen a verse a sí mismas para evaluar si los mecanismos de protección que tienen hacia sus propios periodistas están en el camino correcto para prevenir o responder ante alguna agresión por parte de los grupos del narcotráfico (Ramírez, 2011). A partir de esta constante violencia hacia quienes trabajan en los medios, estos tuvieron que adaptarse para sobrevivir.

En este contexto, esta observación es un esfuerzo por comprender y analizar de qué forma se representa la violencia producida por el crimen organizado en cuatro medios de comunicación locales: las versiones digitales de El Informador y Diario NTR y los portales informativos Partidero y Guardia Nocturna. En la segunda mitad de 2022 el área metropolitana de Guadalajara presenció en sus calles momentos críticos de violencia. Por ello, seleccionamos para esta observación tres eventos relevantes por su gravedad, el alcance en el número de afectados y por alterar de forma significativa la movilidad en los espacios públicos. El primero fueron los bloqueos sobre Periférico Norte ocurridos el 9 de agosto; el segundo fue el enfrentamiento entre la Guardia Nacional y el Cártel Jalisco Nueva Generación que tuvo lugar el 2 de octubre en Plaza Andares, y el tercero fue el atentado contra un policía en Coyula, Tonalá, el 24 de octubre.

Comenzamos esta investigación con la hipótesis de que en la producción de notas sobre seguridad no se ofrece suficiente información a los lectores para poder entender qué significan estos hechos ni se ofrece un contexto que les permita ligar los acontecimientos actuales con hechos anteriores. Se prioriza la elección de titulares impactantes y se publican datos que pueden revictimizar a los afectados.

De acuerdo con un capítulo de ETIUS sobre la cobertura de los medios en temas de seguridad en Jalisco, la mayoría de la información que los medios jaliscienses ofrecen a los lectores se limita a dar cuenta de acontecimientos y describirlos (Vallejo, 2009). No se realizan análisis o se explica el porqué de los acontecimientos relacionados con la violencia. A su vez, el capítulo explica que varios periódicos han publicado intencionalmente notas sobre violencia con el objetivo de generar mayores ventas y tráfico en sus sitios de Internet.

La elección de estos cuatro medios busca ofrecer una perspectiva diversa que pudiera mostrar el tipo de cobertura de un medio tradicional como El Informador; un medio enfocado en el área de seguridad como Guardia Nocturna; la de Diario NTR, porque es uno de los medios con mayor producción noticiosa, y, por último, la de Partidero, portal que ha resaltado por tener en su agenda información política y que podría profundizar en el discurso de las autoridades.

 

Metodología

Este trabajo de observación utilizó la metodología de análisis de contenido (Krippendorff, 1990), la cual tiene un enfoque de investigación para poder analizar datos, información y personajes de forma cuantitativa, es una representación exacta y objetiva de los resultados de la investigación.

Para conocer de qué manera los cuatro medios digitales representaron la violencia en los tres atentados seleccionados recopilamos las notas informativas publicadas en cada medio del 9 al 15 de agosto, y del 2 al 8 y 24 al 30 de octubre; es decir, desde el día del evento y seis días posteriores para poder observar cómo evolucionó la cobertura periodística.

En cada nota registramos su titular, la sección en la que apareció (local o de seguridad), el nombre del autor o autora de la nota, el enfoque general de la nota (positivo, negativo o neutral) y las instituciones y actores que fueron mencionados.

Adicionalmente, nuestra observación intentó responder a las siguientes preguntas:

• ¿Los hechos violentos fueron mencionados en la nota dentro de un contexto más amplio, es decir, se les relacionó con otros eventos pasados o presentes?

• ¿La nota ofreció un análisis prospectivo sobre aquellas consecuencias que podrían desencadenarse tras el atentado?

• ¿Se mencionaron rutas o alternativas para resolver la crisis de inseguridad?

• ¿Qué fuentes fueron citadas en el cuerpo de la nota?

• ¿Existió diferencia en la manera de reportar hechos delictivos de diferentes zonas de la ciudad?

• ¿Existió una reproducción de los discursos de violencia dictados por el crimen organizado?

• ¿Los medios hicieron uso del “narcolenguaje” en las notas?

Por narcolenguaje comprendemos a ese conjunto de palabras que se originó y es común entre los grupos delictivos, cuyo uso se ha expandido en nuestra sociedad, por ejemplo: arremangado, encajuelado, encobijado, ensillado, levantado, narcofosa, pozolear, narcobloqueo, plaza, halcones, etc. Consideramos que el lenguaje es un elemento de estudio crucial, puesto que construye y refleja nuestra realidad, una realidad que en los últimos años ha adoptado estas expresiones (Velasco, 2017).

Con estos cuestionamientos buscamos tener pistas sobre cómo los medios del área metropolitana de Guadalajara exponen los acontecimientos respecto de la violencia relacionada con el crimen organizado en general, no solo estos hechos particulares. Asimismo, buscamos conocer cuáles son las instituciones o actores que se citan, o aquellos que se señalan como responsables en la redacción periodística. También nos interesó conocer las diferencias de la cobertura, dependiendo de la zona donde ocurrieron los hechos delictivos: en el oriente o el poniente de nuestra ciudad.

Al terminar la observación, optamos por entrevistar a tres periodistas que firmaron las notas de los periódicos Diario NTR y El Informador para poder tener mayor conocimiento sobre cómo se reportan y escriben las notas de violencia en la ciudad. Las entrevistas sucedieron entre el 17 y el 23 de noviembre del 2022. Por cuestión de respeto a los datos personales y que es un tema sensible en términos de seguridad, los nombres reales de los periodistas quedarán en anonimato.

 

Cobertura y titulares

La cobertura que dieron los periódicos a los bloqueos del 9 de agosto en Periférico Norte fue la mayor, comparada con la que obtuvieron los otros dos acontecimientos que se analizaron. Sobre esta serie de eventos se publicaron 58 notas en todos los periódicos, ya que se extendieron más de un día y afectaron a gran escala la movilidad de la ciudad. Las imágenes que se compartieron sobre los bloqueos tuvieron una viralización rápida, especialmente los videos en los que se observaba a una familia que era sacada de su vehículo antes de ser incendiado.

El enfrentamiento entre la Guardia Nacional y el Cártel Jalisco Nueva Generación tuvo seguimiento de la prensa en 39 notas. Por otro lado, el atentado a un policía en Coyula fue el que menos atención tuvo con solo ocho notas publicadas en los cuatro medios. Incluso Guardia Nocturna, medio especializado en temas de seguridad, careció de publicaciones que hicieran referencia a este hecho.

Tras analizar las palabras en los titulares de los periódicos se puede observar una coincidencia en el énfasis que hicieron los medios a cada evento: le dieron gran relevancia a los lugares donde ocurrieron los hechos. Por ejemplo, se destacaron las palabras “Puerta de Hierro”, donde ocurrió el enfrentamiento entre la Guardia Nacional y el Cártel Jalisco Nueva Generación. “Puerta de Hierro” es un sitio donde viven familias de clase alta. En contraste, los titulares sobre el ataque en Coyula hicieron énfasis en “Tonalá”, que es el municipio donde ocurrió el hecho, mas no una colonia específica como fue el caso de “Puerta de Hierro”. Aquí es notorio que, en el primer caso, el valor noticioso fue el lugar donde ocurrió, pues es una zona pudiente muy específica. Por el contrario, Coyula, que es un barrio pobre, fue referido a través del nombre del municipio al que pertenece. Además, en este último caso, los titulares no se enfocaron en detalles relevantes de lo ocurrido, por ejemplo, que se trató de un ataque directo a un policía.

Otra hipótesis por la cual creemos que hubo coberturas diferentes en los tres casos es por el momento en que se realizaron los acontecimientos. Tanto el tiroteo en Puerta de Hierro como los bloqueos en Periférico Norte ocurrieron a plena luz del día y varios civiles fueron testigos de los hechos, mientras que el ataque a un policía en Coyula ocurrió de noche, sin público presente.

 

Mención a instituciones

La institución con más menciones, tanto en el caso de los bloqueos en carretera a Saltillo como en la balacera en Plaza Andares, fue la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con 31 menciones por parte de todos los medios, junto con el Ejército Mexicano (25) y la Guardia Nacional (17). Aunque las últimas dos entidades son pertenecientes a la Sedena, se presentaron con diferentes encuadres en los medios. La Sedena recibió un encuadre positivo en 8 de las notas en las que fue mencionada, 20 neutrales y 3 negativas, mientras que la Guardia Nacional no recibió ninguna positiva y tuvo 11 menciones neutrales y 6 negativas (véase la figura 9.1).

Tanto los bloqueos en la carretera a Saltillo como el atentado en Plaza Andares ocurrieron cuando el presidente, Andrés Manuel López Obrador, promulgó la reforma a la Ley de la Guardia Nacional y Seguridad Pública que le otorgó a la Sedena el control administrativo y operativo de la Guardia Nacional, por lo que esto pudo influir en el encuadre que esta tuvo en los periódicos observados. La cobertura positiva de la Sedena en ocho notas se debió a que se le señaló como la autoridad que ayudó a prevenir más daños y pudo hacer frente al crimen organizado, mientras que a la Guardia Nacional se le reprochó no estar lo suficientemente preparada o no actuar con rapidez.

Diario NTR fue el único periódico que criticó a la Sedena y al Ejército Mexicano por no proponer un protocolo para la seguridad y protección a civiles en este tipo de hechos violentos. Al Ejército Mexicano se le mencionó solo como autoridad presente en ambos acontecimientos, principalmente de forma neutral en 99% de las notas. Solo se mencionó una vez con encuadre positivo debido a una cita del gobernador Enrique Alfaro Ramírez, quien reconoció la rapidez con la que actuó ante el tiroteo en Plaza Andares.

Debido a que el ataque en Coyula no tuvo una gran cobertura, decidimos analizar por separado este hecho. En este caso solo se mencionaron cinco instituciones. La más destacada fue la Policía Metropolitana de Guadalajara, a la que se mencionó cinco veces, seguida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que se citó en dos ocasiones como referencia a la violencia que se está viviendo en el estado.

A pesar de que el Cártel Jalisco Nueva Generación no es una institución formal y no buscamos hacer una apología de la violencia legitimándolo como tal, lo tomamos en cuenta dentro de nuestro análisis ya que, al ser un grupo de varios individuos organizados y debido a su relación directa con los hechos, era necesario identificar y contrastar la forma en la que fue mencionado por los medios de comunicación. De las 105 notas que dieron seguimiento a los hechos encontramos que este grupo fue mencionado tan solo cuatro veces y señalado como responsable por los hechos ocurridos tanto en la balacera en Plaza Andares como en los bloqueos en carretera a Saltillo.

El periodista que entrevistamos de El Informador explicó que desde hace diez años los medios han incorporado prácticas y protocolos en la redacción noticiosa como evitar mencionar a los posibles victimarios o escribir completo el nombre del cártel (utilizando alternativas como “el cártel de las cuatro siglas”, o solo “CJNG”) para evitar llamar al grupo criminal por el estado de donde procede.

Mención a actores

Enrique Alfaro Ramírez, al ser el gobernador de Jalisco, la máxima autoridad del estado, fue el actor más mencionado en la cobertura que dieron los cuatro medios a los tres hechos delictivos. De las 30 notas en las que aparece observamos que recibió un encuadre negativo en 13 notas que lo llegaron a culpabilizar de la violencia ocurrida en Jalisco o exigieron medidas de protección para los civiles (véase la figura 9.2).

Solo en El Informador Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, recibió más menciones que el gobernador, sin embargo, se coloca en segundo lugar en el número total de menciones, con 19 apariciones. En tres de ellas se le califica en un encuadre negativo, aunque en el resto como neutral. Aquellas notas en las que apareció aludieron a su participación en la mañanera, donde dio su análisis y opinión respecto a cómo las autoridades correspondientes manejaron los casos. El presidente incluso utilizó el tema para abrir conversación respecto a la militarización en el país.

El tercer actor en relevancia, pero muy por debajo de los dos anteriores, fue Ricardo Sánchez Beruben, titular de la Coordinación General Estratégica de Seguridad en Jalisco, quien fue la fuente y autoridad más citada por los periodistas en la cobertura a los tres acontecimientos: los medios replicaron textualmente sus palabras en ocho de las diez notas en las que fue mencionado.

De acuerdo con un periodista del Diario NTR, la mayoría de los reporteros realizan sus notas a partir de la información obtenida en las declaraciones que realizan las autoridades competentes o quienes se encuentran en la escena, como paramédicos y bomberos. Muchas veces esto se hace por seguridad de los periodistas, ya que no pueden acercarse al área mientras se investigan los acontecimientos.

Aunque las notas que dieron cobertura a estos hechos mencionaron a Pablo Lemus, alcalde de Guadalajara, y a Juan José Frangie, alcalde de Zapopan, observamos que únicamente aparecieron en 4% de las notas con cuatro menciones cada uno, una de ellas con un encuadre negativo y tres neutrales. No contaron con una participación activa en los hechos e incluso fueron mencionados por los medios por la ausencia de las autoridades en los municipios correspondientes.

Resultó interesante que, además de las autoridades públicas, también fueron protagonistas los presuntos culpables que provocaron los bloqueos en Periférico Norte y el tiroteo en Plaza Andares. De acuerdo con lo reportado en los medios, se trata de cinco miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación: Ricardo Ruiz Velazco “Doble R”, Luis Raúl “V”, Jonathan Everardo “T”, Nemesio Oseguera Cervantes “el Mencho” y Gerardo González Ramírez “el Apá”. Los tres primeros fueron mencionados en siete notas, con lo que superaron la presencia en prensa de los alcaldes metropolitanos.

La mención de estos personajes nos sorprendió porque teníamos la hipótesis de que los periódicos no hacen alusión a integrantes del crimen organizado o del narcotráfico por seguridad. La periodista de El Informador compartió en entrevista que en su medio sí existe protocolo de seguridad, y para evitar hacer apología del delito, la indicación de no mencionar al Cártel Jalisco Nueva Generación o el nombre de narcotraficantes, salvo en sucesos donde intervengan autoridades como la Sedena o cuando la Fiscalía del Estado directamente los señale, como fue el caso. La reportera explicó que, desde el punto de vista de las y los periodistas: “No es nuestro trabajo hacerle el trabajo a la Fiscalía. Nuestro cometido es decir que pasó algo para que no se invisibilice, y la investigación le toca a la Fiscalía”.

Contexto político y social en las notas

Como parte de los objetivos de esta investigación se observó si las notas ofrecieron contexto de los hechos mencionados, si los relacionaron con otros, si profundizaron en su análisis o si mencionaron alternativas de solución a la crisis de inseguridad.

Se encontró que de las 105 notas codificadas (en las que 33 son Diario NTR, 12 de Partidero, 46 de El Informador y 14 de Guardia Nocturna), solo 35 conectaron los hechos actuales con otros sucesos violentos que ocurrieron durante 2022. Sin embargo, no hicieron referencia a acontecimientos ocurridos en años anteriores. Diez notas en Diario NTR, El Informador y Partidero sí ofrecieron un análisis prospectivo. Catorce notas mencionaron alternativas a la situación de violencia que se vive en Jalisco. De la cobertura a los tres hechos solo se tuvo registro de la mención explícita a cinco culpables integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación.

 

Reproducción de discursos de violencia y uso de narcolenguaje

Ninguno de los medios reprodujo en el cuerpo de las notas discursos de violencia, aunqe sí observamos dentro de diez titulares el uso del narcolenguaje.

En Partidero se publicaron ocho notas con respecto al tema de los bloqueos a la carretera Saltillo y en todos sus titulares hicieron uso de la palabra “narcobloqueos”, como los siguientes: “Narcobloqueos en carretera a Saltillo y Bosques de San Isidro en Zapopan”, “ESPECIAL: Videos; Narcobloqueos golpean a Jalisco y Guanajuato”, “Confirman dos civiles muertos en Jalisco por narcobloqueos del martes”, entre otros. Diario NTR hizo también uso de este lenguaje en dos titulares, mencionando en las palabras “narcobloqueos” y “narcoterrorismo”.

Una nota de El Informador y otra de Guardia Nocturna mencionaron el concepto “Camión monstruo”, vehículos con blindaje artesanal empleados comúnmente por el crimen organizado.

De acuerdo con el periodista de Diario NTR, los reporteros o medios pueden llegar a replicar este lenguaje porque son palabras que ya utilizan policías, testigos o instituciones que entrevistan y que son las principales fuentes a la hora de redactar las notas.

 

Protocolos para la cobertura sobre violencia y seguridad

México vive una situación de violencia fuerte contra las y los periodistas. De acuerdo con Reporteros Sin Fronteras (RSF), en agosto ya se consideraba 2022 como el año más violento para los comunicadores, ya que se contabilizaban 14 muertes de periodistas en los primeros ocho meses del año. RSF ha registrado, desde el inicio del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, 36 asesinatos de periodistas y dos desapariciones. La mayoría de estos asesinatos se concentran en los estados con mayor presencia del crimen organizado y la corrupción: Michoacán, Sonora y Veracruz, con cinco casos cada uno. En la mayoría de ellos la impunidad es casi total (Reporteros sin Fronteras, 2022).

Como resultado de esta situación, los medios han creado protocolos para proteger a sus periodistas; uno de ellos, el de no firmar las notas de seguridad que redactan, a menos que los periodistas decidan lo contrario. El periodista de El Informador que entrevistamos afirma que él decide cuándo firmar sus notas y, en casos donde siente comprometida su seguridad, prefiere que solamente se publique el nombre del medio.

Un periodista del Diario NTR explicó que las notas que su medio publica en la sección de seguridad no llevan firma, aunque, cuando se publican en la sección local, sí salen con el nombre de quien las redactó, incluso cuando su contenido refiere a eventos relacionados con el crimen organizado. Sobre lo anterior compartió lo siguiente: “Yo mandaba mi nota y ya en automático no me la firmaban porque yo estaba en seguridad. Luego me pasé a la sección local. Hay una balacera, te toca ir a cubrir porque estás en la local. O sea, ahí hay una falta de criterio de en cuáles sí y en cuáles no es conveniente firmar”.

El periodista de El Informador comentó que prefiere firmar sus notas en temas de seguridad porque le gusta generar confianza con sus lectores: “Después de todo este tiempo trabajando, sé que la gente cree en lo que hago y tengo la responsabilidad de solamente llevarle cosas veraces o reales que a mí me constan, porque sé que están confiando en mi nombre y en el trabajo que yo hago”.

Ciertamente, cuando se trata de la cobertura a hechos ocurridos en la vía pública, como los tres casos analizados en este trabajo, el riesgo de represalias es menor que cuando se investigan a fondo otros temas policiacos.

De las 105 notas observadas, 44 no fueron firmadas. En Guardia Nocturna no se publicó el nombre de los periodistas que redactaron las notas, sino solo sus iniciales. Como lo explicaron los reporteros entrevistados, en este oficio a veces se prefiere quedar en el anonimato que correr riesgos por la información expuesta.

Otro protocolo que se utiliza para reportar los acontecimientos policiacos y de seguridad pública, confirmado por los tres periodistas entrevistados, es compartir información en grupos de WhatsApp. Existen algunos grupos con personas involucradas en labores de seguridad, como paramédicos, bomberos o personal de protección civil, en los que se reporta a los periodistas cuando sucede un hecho para que puedan ir con las fuentes y entrevistarlas.

Hay otros grupos de WhatsApp que funcionan a partir de las redes de apoyo entre todos los periodistas de Guadalajara para coordinarse cuando ocurren este tipo de eventos y puedan movilizarse para cubrirlos entre todos.

Por último, también hay grupos de WhatsApp creados por las mismas instituciones de seguridad pública para medios de comunicación. Ahí los periodistas pueden preguntar la información que quieran conocer o se les dirige con las personas autorizadas para dar declaraciones. Por ejemplo, en el caso de la policía municipal, solo los comisarios pueden dar entrevistas; cualquier comunicación con un policía tiene que ser extraoficial. Cuando se trata de un hecho importante, como el tiroteo en Plaza Andares o los bloqueos en la carretera a Saltillo, los periodistas van directo a donde sucedieron los hechos y entrevistan a los testigos, siempre dejando en el anonimato a sus fuentes.

En las entrevistas que realizamos se comentó que los protocolos para cubrir notas de seguridad comenzaron a llevarse a cabo y a reforzarse desde 2013, cuando el 17 de abril de ese año dos sujetos armados lanzaron dos granadas a la entrada de las instalaciones del periódico Mural (Larrosa–Fuentes, 2013). A pesar de que en el atentado no hubo lesionados, este evento provocó que las redacciones comenzaran a preguntarse cuál era la forma menos riesgosa de cubrir temas de seguridad, ya que el ataque se dio en medio de un contexto de violencia en el que varias instalaciones del Grupo Reforma a lo largo del país ya habían sido amenazadas o violentadas.

 

Conclusiones

La observación a El Informador, Diario NTR, Partidero y Guardia Nocturna nos enseña cómo se hace la cobertura de noticias en relación con los temas de seguridad y crimen organizado en Jalisco. Se tenía pensado que los periódicos podrían hacer una reproducción del narcolenguaje o replicar discursos de violencia o, por el contrario, que se había omitido mencionar al crimen organizado. Sin embargo, al leer las notas y en las entrevistas con los periodistas de seguridad, comprendimos cómo es el proceso para escribirlas y su resultado.

El planteamiento de las notas sobre seguridad implica cuidado, puesto que, al referirse a un crimen, naturalmente se habla de un perpetrador, lo cual puede exponer la seguridad de los periodistas, por lo que es diferente cómo se obtiene la información para hacer este tipo de cobertura.

También es peligroso acercarse a la zona de conflicto. El protocolo establece ir directamente con las fuentes oficiales o personas que trabajan en protección civil, bomberos y policías municipales. Las primeras notas explican lo que las fuentes describen, porque en ellas es importante la rapidez con la que se publican. Después, los periodistas suelen dirigirse a testigos civiles y a las autoridades correspondientes para conocer los hechos.

La cantidad de entrevistas realizadas a representantes del gobierno federal o estatal, entre ellos a la Fiscalía del Estado, produce que algunas notas repliquen el discurso oficialista. En las notas observadas se puede identificar que la voz que más se repite es de las distintas autoridades, ya que dependen de ellas para la redacción de las notas. En esta práctica también se puede llegar a replicar el lenguaje con el que se expresan las distintas fuentes, incluyendo palabras del narcolenguaje, como fue el caso de Partidero, Diario NTR y Guardia Nocturna, que utilizaron la palabra “narcobloqueos” en sus notas y titulares. Una alternativa para presentar la problemática desde diferentes perspectivas y facilitar su comprensión sería la de considerar a los testigos y a las víctimas de violencia como fuentes decisivas en este tipo de cobertura.

Solo 4% de las notas observadas hicieron mención del Cartel Jalisco Nueva Generación. Su escasa aparición, siendo el único grupo delictivo al que se le relacionó con los hechos, comprueba que se ponen en práctica las normas editoriales recomendadas para este tipo de coberturas, según la información ofrecida por un periodista: evitar escribir el nombre completo de los cárteles y, en ocasiones, evitar mencionarlos por completo.

Encontramos que medios como Guardia Nocturna y Partidero, después de publicar las notas iniciales, no dieron seguimiento al tema, lo que impidió que profundizaran en el análisis u ofrecieran un contexto de la situación. El Informador y Diario NTR sí aportaron contexto sobre situaciones similares en las publicaciones posteriores; sin embargo, en nuestra observación no identificamos que ningún medio haya elaborado un análisis profundo para ayudar a entender cuáles implicaciones tienen este tipo de actos en Jalisco. Consideramos que las diferencias encontradas se deben al enfoque o estilos de los medios; mientras los dos primeros suelen dedicarse a la cobertura de hechos delictivos o accidentes, El Informador y Diario NTR suelen tener un seguimiento más amplio.

De acuerdo con la observación, la cobertura que realizan los medios de las notas de seguridad del oriente y el poniente de la ciudad son distintas. El hecho delictivo en Plaza Andares fue el que tuvo mayor seguimiento por parte de los tres medios analizados, probablemente debido a que la zona tiene más plusvalía que aquellas donde ocurrieron los otros dos actos. Los bloqueos en la carretera a Saltillo tuvieron gran importancia a escala nacional porque junto con Jalisco, el estado de Guanajuato también fue afectado. Aun así, la balacera en la plaza comercial tuvo mayor cobertura en los periódicos, por lo que pensamos que el lugar donde ocurre es lo que le da la importancia al hecho. Es decir, el lugar es un valor noticioso que estructura la producción de este tipo de coberturas.

La situación de los periodistas en México es difícil por la violencia que hay en torno a la profesión. Muchos han sido amenazados, han sufrido represalias e incluso han perdido la vida por informar a la sociedad respecto al crimen organizado, por lo que existen algunos protocolos para reportar los hechos de inseguridad y violencia: hablar primero con fuentes oficiales para conocer la situación, apoyarse entre todos los periodistas para obtener información o no mencionar responsables o culpables hasta que se obtenga confirmación por parte de la Fiscalía, entre otros. Consideramos que aún se tiene que hacer un mayor esfuerzo para garantizar la seguridad de los periodistas que publican nota roja, para que puedan realizar su trabajo de manera libre y otorgar a los ciudadanos información y análisis completos alrededor de este tipo de temas.

 

Referencias

Krippendorff, K. (1990). Metodología de análisis de contenido: Teoría y práctica. Grupo Planeta (GBS).

Larrosa–Fuentes, J. S. (2013, 22 de abril). Los ataques a Mural y a la libertad de expresión. Sistema Autorreferencial. http://autorreferencial.wordpress.com/2013/04/22/los-ataques-a-mural-y-a-la-libertad-de-expresion/

Ramírez, F. (2011). La cobertura de la (in)seguridad pública en la prensa local. En J. S. Larrosa–Fuentes (Coord.), Medios de comunicación y derecho a la información en Jalisco, 2010 (pp. 85–100). ITESO.

Reguillo, R. (2021). Necromáquina: Cuando morir no es suficiente. ned Ediciones.

Reporteros Sin Fronteras. (2022). Balance anual 2022 de periodistas encarcelados, asesinados, secuestrados y desaparecidos. Reporteros Sin Fronteras. https://rsf.org/es/noticias/el-numero-de-periodistas-encarcelados-arbitrariamente-crece-un-20-en-2021-488-estan-hoy-0

Vallejo, M. (2009). Periodismo en tiempos de guerra… contra el narcotráfico. En J. S. Larrosa–Fuentes (Coord.), Medios de comunicación y derecho a la información en Jalisco, 2009 (pp. 73–81). ITESO.

Velasco, O. (2017, 23 de noviembre). “Narcolenguaje”, así irrumpió la violencia en el léxico de los mexicanos. Vice. https://www.vice.com/es/article/bj7qj4/vice-news-narcolenguaje-asi-irrumpio-la-violencia-en-el-lexico-de-los-mexicanos

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