Nadie se baña dos veces en el mismo río mediático

Bernardo Masini Aguilera

 

Heráclito y el sistema de medios

Le atribuyen la idea a Heráclito, el filósofo presocrático que explicaba que el cambio era el motor de la vida; una constante en todas las estructuras vivas, particularmente las humanas. Parece que no lo dijo así, pero a través de los siglos trascendió el adagio que sostiene que nadie se baña dos veces en el mismo río. Las aguas de los ríos no son estáticas. Ni siquiera sus cauces lo son. La persona que se introduce a un río a bañarse tampoco permanece igual. Aprende y desaprende, crece, cambia su manera de ver, juzgar y actuar frente al mundo.

La metáfora puede servir para explicarnos el sistema de medios del área metropolitana de Guadalajara. Nunca ha estado quieto, y mucho menos en los tiempos que corren. Antes se ha documentado que las coyunturas electorales suelen dar lugar a múltiples reacomodos en la oferta de información de una localidad: algunos medios nacen y desaparecen pocas semanas después de los sufragios. Otros hacen ajustes a partir de las nuevas condiciones de su relación con los partidos que se encumbran. Tal fue el caso de algunos medios jaliscienses durante el proceso electoral de 2015 (De Dios Corona e Ibarra Palafox, 2016). Aunque no hacen falta los comicios para que las cosas se reorganicen. El año posterior a uno electoral es por principio el menos proclive a esta dinámica de causa–efecto, pero como intentará documentarse en estas páginas, los cambios siguen sucediendo. Lo que se desglosa a continuación es un recuento no exhaustivo de algunos ajustes en el sistema de medios del área metropolitana de Guadalajara ocurridos a lo largo de 2016.

 

Arranca el año sin La Jornada Jalisco

Podría decirse que el “año mediático 2016” comenzó el 13 de diciembre de 2015, cuando dejó de circular la edición local del periódico La Jornada. Junto a él desapareció también La Jornada Michoacán, proyecto periodístico que irremediablemente vio su suerte ligada a la de su hermano jalisciense durante más de diez años. Muchos tapatíos saludamos la aparición del diario en 2005, toda vez que acusábamos la ausencia de un medio de comunicación que atendiera a los lectores que simpatizaban con la izquierda política mexicana, más allá de lo que esta fuera. Eran los días en que Andrés Manuel López Obrador ejercía una influencia determinante en el clima político nacional. Los intentos por descarrilar su causa de parte del gobierno foxista, lejos de hacerle mella parecían fortalecerlo. La afinidad de la línea editorial de La Jornada con el político tabasqueño parecía un augurio de buenos tiempos para el diario. Con respecto a la aparición de su edición jalisciense, Juan Larrosa–Fuentes llegó a decir que

Cuando el 22 de mayo de 2005 La Jornada Jalisco comenzó a operar, muchos creímos, ingenuamente, que estábamos ante una extensión orgánica del periódico La Jornada. Desde que en 1998 habían comenzado a circular Mural y Público, el sistema de periódicos de Guadalajara había permanecido más o menos intocado y la incorporación de La Jornada Jalisco resultaba atractiva como una forma de reactivar la competencia periodística. No obstante, lo que ocurrió fue que La Jornada creó un sistema de expansión nacional a través de un modelo de franquicias. En este modelo, que debiera ser más transparente para los lectores, La Jornada accede a que empresas utilicen su marca e imagen para hacer pequeñas ediciones locales del periódico.[1]

De esta forma las razones por las cuales no fue posible seguir leyendo el diario a partir de 2016 se habían gestado desde sus primeros días. Con una lógica de operación muy distinta a la del diario nacional, cuyos empleados participan en una cooperativa, las ediciones jalisciense y michoacana funcionaban más bien como franquicias. Paradójicamente el periódico que presume abanderar las causas de la izquierda, de la lucha social o de las minorías étnicas guardaba con sus filiales una relación parecida a la que explica la proliferación de las tiendas Oxxo. De hecho, la composición del “producto” siempre fue peculiar. Mientras otros consorcios periodísticos como Grupo Reforma o Milenio hacen trabajo de edición para intercalar contenidos nacionales y locales en sus respectivas filiales, La Jornada Jalisco era una suerte de torta de tamal: la edición capitalina se insertaba en medio de la edición local haciendo muy visible que se trataba de dos cosas tan distintas que a veces era difícil relacionarlas. El efecto era tan contrastante como encontrar un tamal rellenando una telera.

La fórmula había sido concebida y puesta en marcha por Juan Manuel Venegas, una de las personas que fundaron La Jornada nacional en 1984 bajo el liderazgo de Carlos Payán Velver. Él mismo había creado la versión michoacana poco antes de ampliar los horizontes del proyecto periodístico hacia tierras jaliscienses. En los primeros años muchos lectores agradecieron la cobertura que dio el periódico a temas relacionados con derechos humanos, comunidades rurales, asuntos indígenas, entre otros. Por esa parte parecía que la versión jalisciense sería un correlato de la nacional, al menos en las primeras de cambio. Sin embargo, el modelo económico no fue muy distinto al de la mayoría de los medios impresos de México en lo general y de Jalisco en lo particular: generó una evidente dependencia de la venta de publicidad a unas cuantas instancias públicas, entre las que destacó la Universidad de Guadalajara, como señaló Larrosa-Fuentes (2016).

Comenzaron a acumularse los años y el periódico no encontró vetas nuevas de financiamiento que le garantizaran mayor independencia. La venta de ejemplares se mantuvo siempre baja. A toro pasado algunos de sus excolaboradores señalan que difícilmente llegaban a vender más de 2,000 al día, a pesar de que el Padrón Nacional de Medios Impresos (PNMI) de la Secretaría de Gobernación maneja el inverosímil dato de 25,143 ejemplares diarios en promedio.[2] La escasa penetración del producto entre los lectores jaliscienses incrementaba la dependencia financiera del diario. Los retrasos en los pagos de las quincenas de sus empleados se fueron haciendo cada vez más frecuentes, a lo que se sumaron algunas asperezas en la relación entre Venegas y su equipo de colaboradores.

Los problemas no se limitaron al ámbito local. Editora de Medios de Michoacán, SA de CV, nombre fiscal de la empresa que integraba y comercializaba las dos versiones regionales de La Jornada en los estados referidos, comenzó a incumplir compromisos suscritos con la “matriz” capitalina, Desarrollo de Medios, SA de CV (mejor conocida como Demos, la palabra del griego clásico que alude al pueblo). De ello dio cuenta La Jornada nacional en un editorial publicado el 15 de diciembre de 2015 en su página 13. Explicó que retiraba su apoyo a la empresa asentada en Michoacán por “un incumplimiento reiterado de las contraprestaciones económicas convenidas [que] llevó a la dolorosa decisión de dar por terminada la relación empresarial, aunque no era el económico el único punto a partir del cual se podría fundar con legitimidad esa determinación”. El editorial no abundó más en detalles, pero dio a entender que a una relación comercial insostenible se había sumado otro tipo de problemas. Incluso unas líneas antes había apuntado que Demos ha absorbido en ocasiones los pasivos de otras de sus “filiales” regionales, poniendo por delante su proyecto periodístico por encima de criterios financieros. Algo que no fue del todo trasparente indujo una política distinta para los casos de Jalisco y Michoacán.

En enero de 2016 los alrededor de 130 empleados (80 de Jalisco y 50 de Michoacán aproximadamente) decidieron entablar una demanda contra Juan Manuel Venegas. Detectaron que la empresa había omitido hacer sus pagos correspondientes al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) desde 2013, a lo que se sumaban los adeudos salariales, las primas y el aguinaldo de 2015. Algunos corresponsales llevaban un año sin cobrar (Gilet, 2016). El litigio entró en la fase de las conciliaciones mediadas por las autoridades laborales al mismo tiempo que comenzó a perder visibilidad en la esfera pública, al menos en el caso jalisciense. Los exempleados del diario buscaron nuevas fuentes de ingresos en los meses sucesivos mientras esperan la resolución de su situación.

 

Territorio quiere ser más que una revista digital[3]

El río mediático del área metropolitana de Guadalajara no tiene un cauce recto ni su caudal es uniforme. Tiene tramos sinuosos que dan lugar a la aparición de proyectos nuevos, aparentemente chicos, pero que ayudan a explicar las necesidades de los tapatíos en materia de derecho a la información. En abril de 2015 vio la luz el primer número de la revista Territorio, una propuesta fresca creada por Luis Sánchez Barbosa y Marcela Gámez Fernández (quien también es su directora de arte) que hoy tiene a Angel Melgoza en la coordinación editorial. Como se intuye a partir de su nombre, se trata de un esfuerzo de jóvenes que buscan descentralizar la producción y el flujo de la información. Pretenden construir nodos entre las 32 ciudades con más de 500,000 habitantes que tiene el país para revertir las dinámicas centralistas, verticales y por ende obsoletas que han caracterizado al periodismo mexicano a lo largo de su historia. Durante sus primeros meses el proyecto se materializó a través de números en los que publicaron reportajes, crónicas y entrevistas a partir de un concepto vertebrador en cada edición. La publicación digital ha abordado asuntos de interés urgente para sostener o restablecer el tejido social, como la movilidad, el futuro, el poder, el centro (y las periferias a las que da lugar), el otro, el hambre, el control, lo público o lo social. Este equipo de trabajo se propuso ser algo mucho más complejo que un medio digital. Los primeros pasos para lograrlo se materializaron a lo largo de 2016.

Hoy la revista digital es tan solo uno de los insumos disponibles en el portal www.territorio.mx. Desde ahí pueden consultarse los pormenores de los proyectos que comenzaron en 2016. Uno de los más llamativos es el espacio pedagógico denominado Plural, en el que periodistas prestigiados imparten talleres a jóvenes colegas, o a cualquier interesado en este oficio como “un bien capaz de ampliar identidades y ayudarnos a entender el lugar en donde vivimos”, como lo describe Angel Melgoza. Plural es coordinado por Sofía Varela y ha gestionado cursos que han impartido personajes como Xanic von Bertrab (premio Pulitzer en 2013), Julio Villanueva Chang, Luis Miguel González, Daniel Lizárraga, Betzabé García o Dulce Pinzón. En cada taller han contado con una asistencia promedio de 20 participantes.

En clave más desenfadada también organizan las charlas denominadas Tabloide. Estas son tardes de cerveza, mezcal y convivencia en las que profesionales consolidados comparten historias íntimas de los oficios públicos, ya que no se limitan al periodismo. Por lo general se programan en el primer lunes de cada mes en sede itinerante, pues se busca que ocurran en bares o cafeterías adecuadas para la actividad. Incluso una sesión de Tabloide ya se llevó a cabo en la Ciudad de México y corrió por cuenta de Verónica Calderón, Paulina Villegas y Sonia Corona. En Guadalajara han participado de esta dinámica Agustín del Castillo y Sonia Serrano, entre otros.

Un proyecto particularmente interesante de Territorio es la puesta en marcha del festival Común, que si bien es abierto al público en general, enfoca sus contenidos hacia estudiantes de preparatoria interesados en el periodismo, la comunicación y el derecho a la información. Con la coordinación de Lili Guadalajara, el festival incluye actividades que fomentan habilidades como la observación, el pensamiento crítico, la curiosidad y la síntesis para comunicar hallazgos de manera efectiva. Se eligen temas relacionados con los problemas del entorno y se abordan en forma experimental, en formatos radiofónicos o similares a los de la prensa escrita.

También de manera experimental, y financiado mediante aportaciones de amigos del proyecto (crowdfunding), se echó a andar la primera experiencia de Territorio Nómada, actividad que procura formas más efectivas de producción de información a partir de intercambios y encuentros con medios y periodistas de otras ciudades del país. Por espacio de una semana el equipo de trabajo se desplazó a la Ciudad de México para dialogar con colegas y con estudiantes que allá han cultivado ideas similares. El resultado de este primer ejercicio se materializará en insumos audiovisuales que seguramente estarán disponibles en la fecha de publicación de este informe.

Al hacer coincidir la creatividad de un grupo de jóvenes con su preocupación por alfabetizar audiencias en torno a la importancia de la información de calidad se vuelve equívoco referir a Territorio como un nuevo medio de comunicación. Lo logrado en 2016 nos exige entenderlo como algo más complejo, aun cuando los recursos humanos y económicos de que disponen sean más bien discretos. Los retos para el futuro inmediato son evidentes: se requiere una mayor salud financiera que permita a sus seis integrantes (más dos colaboradores externos) garantizar su rentabilidad y su independencia editorial. Para ello será trascendental la consecución de nuevos lectores, de suscriptores, de asistentes a sus talleres, de entusiastas de su propuesta. No será una tarea fácil y exigirá aún más creatividad que la mostrada hasta hoy. Entre todas las cosas que exige el buen periodismo —o quizá encima de ellas— está la capacidad de seducción.

 

Otros ajustes relevantes

Las aguas del río mediático del área metropolitana de Guadalajara no dejan de correr. Las parrillas programáticas de sus canales de radio y televisión se reacomodan de manera continua. En las redacciones de los medios impresos entran cuadros nuevos y salen otros tantos que al cabo de unas semanas reaparecen en otros medios. Ante la imposibilidad de referir exhaustivamente esos ajustes aludimos aquí a algunos de los más relevantes suscitados a lo largo de 2016.

Uno de ellos tuvo su origen en estos lares, pero sus repercusiones trascendieron las fronteras del país, toda vez que los aficionados de las Chivas del Guadalajara se cuentan en millones, tanto en México como en Estados Unidos. Desde mediados de mayo la directiva del club anunció que no renovaría su convenio con Televisa, consorcio que trasmitía sus partidos como local desde 1994. Jorge Vergara, dueño del equipo, reveló a la prensa de manera ambigua que las Chivas dejarían de percibir alrededor de 30 millones de dólares “en los siguientes dos o tres años” (Corona, 2016). En tal caso el mejor escenario de la relación con Televisa reportaría al Guadalajara ingresos de alrededor de 15 millones de dólares anuales por los derechos de trasmisión de sus partidos. Al respecto conviene señalar que el resto de los clubes profesionales en México reciben pagos mucho menores de parte de las televisoras.

El club no logró conciliar un pago mayor de parte de Televisa y fracasaron también sus negociaciones con la cadena Fox Sports. Antes bien parecía que Jorge Vergara y sus allegados tenían previsto el plan que anunciaron unos días después: la creación de la plataforma Chivastv, por la que comenzaron a trasmitirse sus partidos como local a partir de julio. El equipo que históricamente se ha relacionado con el pueblo trabajador restringió las condiciones para ser visto: solo las dejó al alcance de quien tuviera acceso a la Internet de banda ancha y, además, condiciones para desembolsar cantidades variables en la modalidad de pago por evento, en función del interés específico que despertara cada partido. En la presentación de la plataforma se anunció el costo de la anualidad, que daría derecho a ver al menos los 17 partidos que Chivas juega como local al año, más la garantía de incluir los juegos de liguilla y del torneo de copa en la medida en que el club participara en tales instancias. La cuota sería de 2,750 pesos, aunque durante las primeras semanas se manejó un precio de introducción de 1,999. Los especialistas no tardaron en compararlo con paquetes similares relacionados con los deportes estadunidenses. Por ejemplo, el NBA League Pass daba acceso a 1,230 partidos de temporada regular de la principal liga de basquetbol del planeta, más sus correspondientes juegos de postemporada, todo por un precio que al tipo de cambio de entonces equivalía a 2,799 pesos. El beisbol de las Grandes Ligas ofrecía un paquete para ver los 2,430 partidos de una temporada regular por 2,078 pesos. A su vez la NFL comercializaba su Game Pass NFL a un costo de 2,800 pesos, que daban derecho a ver los 256 partidos de una temporada regular, más los juegos de postemporada, incluido el Supertazón.[4]

La apuesta parecía arriesgada toda vez que no tenía antecedentes en el futbol mexicano. Quizá por eso Chivas era el equipo que tenía mejores condiciones para aventurarse: es uno de los más populares. A esos precios le bastarían 150,000 suscriptores para facturar lo mismo que recibía anualmente de Televisa, más la posibilidad de comercializar sus propios espacios publicitarios. El 19 de julio varios medios recogieron las declaraciones de Vergara, quien afirmaba que ya tenía 90,000 suscritos. La cifra, de comprobarse, era halagüeña en términos financieros. Sin embargo el 24 de agosto el club anunció que ya no se ofrecerían suscripciones semestrales ni anuales: todo el modelo de negocios se abocaría a la contratación de partidos individuales en la modalidad de pago por evento. En función del poder de convocatoria que implicara el rival en turno, la contratación individual de cada juego podría costar 125, 200, 325 o hasta 500 pesos, precio correspondiente al denominado clásico nacional que las Chivas disputan contra el América.[5]

En el corto plazo este proyecto del Club Guadalajara presumiblemente haya resultado redituable. Por principio es un buen síntoma que haya ponderado mejor su propia valía y haya rechazado las magras ofertas que hicieron Televisa y Fox Sports por los derechos de trasmisión de sus partidos. Podría sentar un precedente que siguieran otros clubes. Mas el problema estriba en el mediano y el largo plazo: las Chivas se volvieron inasequibles para la mayoría de sus seguidores, quienes deberán conformarse con ver a su equipo solo cuando juegue como visitante. Con el paso del tiempo esta dinámica podría repercutir en el grado de identidad del aficionado con su club. Esto, que por principio puede sonar a mero romanticismo, también puede implicar repercusiones económicas futuras, toda vez que el desarraigo de la afición podría tener como consecuencia caídas en el “consumo de la marca”.

En el ámbito de la prensa escrita, la versión local del Diario NTR hizo un movimiento estratégico en su proyecto de consolidación en la plaza. El consorcio de capital zacatecano había irrumpido en el área metropolitana de Guadalajara desde el año previo, y para su posicionamiento le había funcionado reclutar a periodistas experimentados marginados de otros medios por razones diversas. Para dar mayor salida a sus ejercicios de investigación en abril presentó el suplemento En Jaque, una revista semanal que se encartó en el diario cada lunes durante 29 semanas. En ella se publicaron trabajos periodísticos en torno a un tema común. Los reportajes se complementaban con colaboraciones de expertos en los temas en cuestión, de manera que propiciaban reflexiones un poco más profundas que las que permite el periodismo basado en notas. Desafortunadamente algunos ajustes administrativos del consorcio dieron al traste con el proyecto en octubre.

Por el lado de los periódicos gratuitos, en marzo apareció el semanario Reporte Jalisco, que dice repartir 100,000 ejemplares semanales en las estaciones del tren ligero y en 14 cruceros estratégicos de la ciudad. Su directorio señala que la distribución está a cargo de Grupo Empresarial Ofertas, S de RL, la misma compañía que reparte productos similares como los periódicos Solo Ofertas, Solo Empleos y el periódico oficial de las Chivas del Guadalajara, llamado simplemente Chivas. Félix Tarín Badillo aparece como su director general mientras Carlos Arroyo Ramírez figura como director editorial. El apellido Tarín se repite en tres de los 12 nombres que conforman el directorio, lo que sugiere que se trata de un proyecto familiar.

En cuanto a su línea editorial, llama la atención que buena parte de sus contenidos se retoman de la agencia de noticias Apro, casa editorial de la revista Proceso. Sin embargo, muchas de sus piezas mantienen el cariz sensacionalista de otros medios de circulación gratuita existentes en la plaza. Cuenta incluso con una sección denominada “Belleza” que se reduce a presentar fotografías de alguna modelo en traje de baño, acompañadas de una minúscula semblanza de su perfil profesional. En ese sentido Reporte Jalisco no destaca por propositivo. Antes bien multiplica una oferta ya sobrexplotada.

Otro movimiento digno de mención es la creación del portal —o revista digital— Reverso (reverso.mx) que vio la luz en el mes de julio. Se trata de un esfuerzo por difundir periodismo de investigación impulsado por César Huerta y Sergio Hernández. Cuentan con colaboraciones regulares de expertos como Darwin Franco, Raúl Valencia, Jorge Covarrubias, Julián Atilano, Jorge Naredo y Roberto Castelán. Entre otras cosas el portal alojó el blog VerdeBandera, que ya existía y se ha abocado a divulgar contenidos de periodismo ambiental. En el cuadrante destacó la salida de Enrique Toussaint y Raúl Torres de la conducción de “Política en directo”, uno de los programas mejor posicionados de Radio Metrópoli. La estación debía asumir con cuidado el reto de encontrar relevos de la misma estatura profesional. La apuesta recayó en Esperanza Romero y Pedro Mellado, periodistas de firme y reconocida trayectoria.

Lugares comunes aparte, 2016 confirmó que el cambio es la mayor constante en el sistema de medios de la zona conurbada de Guadalajara. Si bien Heráclito llegó a sus conclusiones en Éfeso, 500 años antes de Cristo, no habría conjeturado cosas demasiado distintas si hubiera vivido en Jalisco durante la segunda década del siglo XXI de nuestra era. El río mediático del área metropolitana de Guadalajara se mueve y frustra las intenciones de quien pretenda decir que puede bañarse en él más de una vez. Cuente usted con el dato de que los textos del presente informe demandarán actualizaciones para cuando hayan llegado a sus manos.

 

Referencias

Corona, L. (2016). “Chivas tiene más que perder tras su separación de Televisa, según los analistas”, en Expansión, consultado en http://expansion.mx/empresas/2016/06/06/chivas-tiene-mas-que-perder-tras-su-separacion-de-televisa-segun-los-analistas, el 7 de junio de 2016.

“Chivas ya no cuenta con suscripciones semestral ni anual” (2016). En Récord, consultado en http://www.record.com.mx/futbol-futbol-nacional-liga-mxchivas/chivas-tv-ya-no-cuenta-con-suscripciones-semestral-ni-anual, el 24 de agosto de 2016.

De Dios Corona, S. R. y S. M. Ibarra Palafox (2016). “Cambios en el sistema de medios de comunicación de Jalisco en la coyuntura electoral 2015” en Paláu Cardona, M. S. (coord.). Medios de comunicación y derecho a la información en Jalisco, 2015. Tlaquepaque: ITESO, pp. 23–50.

Gilet, Eliana (2016). “Sin Jornada: los trabajadores ante el cierre de los periódicos de Michoacán y Jalisco”, en Desinformémonos, consultado en https://desinformemonos.org/carta-publica-de-los-ex-trabajadores-de-la-jornada-michoacan-y-jalisco-2/, el 6 de enero de 2016.

Larrosa–Fuentes, J. S. (2016). “El desastroso y pernicioso modelo de negocios de La Jornada Jalisco”, en Sistema autorreferencial, consultado en https://autorreferencial.wordpress.com/2016/01/17/el-desastroso-y-pernicioso-modelo-de-negocios-de-la-jornada-jalisco/ el 18 de enero de 2016.

“Sobre La Jornada Michoacán y La Jornada Jalisco” (2015). En La Jornada. México, 15 de diciembre de 2015, p.13.

 

[1]           CFR. la entrada titulada “El desastroso y pernicioso modelo de negocios de La Jornada Jalisco” (Larrosa–Fuentes, 2016).

[2]           Entre estudiosos de los medios impresos mexicanos las cifras que publica el PNMI siempre han generado escepticismo. Para ilustrar esta situación es útil mencionar que el presente texto se escribió en octubre de 2016, diez meses después de la desaparición del diario. Sin embargo, en el sitio web del padrón (http://pnmi.segob.gob.mx/) La Jornada Jalisco aparece aún como una publicación vigente y con el tiraje referido arriba. Por cierto, se señala que ese promedio se documentó para efectos de certificación entre mayo y septiembre de 2006. Hace más de diez años.

[3]           Agradezco a Angel Mendoza, coordinador editorial de Territorio, sus valiosas aportaciones para la integración de este apartado.

[4]           Los datos fueron elaborados por el Grupo Reforma y circularon a través de una infografía en las redes sociales durante los días sucesivos a la presentación de la plataforma.

[5]           CFR. “Chivastv ya no cuenta con suscripciones semestral ni anual”, que publicó la revista Récord el 24 de agosto en su portal www.record.com.mx

Presentación

Graciela Bernal Loaiza

 

Esta es la novena edición del informe Medios de comunicación y derecho a la información en Jalisco, 2016. La coordinación de las primeras cuatro publicaciones, correspondientes a los años de 2008 a 2011, estuvo a cargo de Juan Larrosa–Fuentes. Esta etapa sentó las bases para consolidar el proyecto editorial del observatorio de medios de comunicación del ITESO. El quinto informe, dedicado al análisis del sistema de comunicación del proceso electoral de 2012, fue coordinado por Juan Larrosa–Fuentes y Magdalena Sofía Paláu Cardona. Esta última coordinó los subsecuentes hasta 2015. A partir de 2016 la coordinación editorial del informe pasó a formar parte de mis responsabilidades en el Q ITESO, Análisis Crítico de Medios.

En la edición anterior se publicaron los resultados de las investigaciones sobre el sistema de comunicación política del proceso electoral ordinario en el estado. En esta ocasión el informe retoma su mirada al acontecer mediático y las cuestiones relacionadas con el derecho a la información de 2015 y 2016, en un esfuerzo por incluir los temas que por su relevancia social y política resultaron pertinentes a los propósitos de este proyecto editorial.

El informe está organizado en tres apartados. El primero, denominado “Medios de comunicación en Jalisco”, está integrado por cuatro textos; el segundo, “Derecho a la información”, por seis artículos, y el tercero, “Los que se fueron”, por cinco. En total, el cuerpo del informe está comprendido por 15 textos elaborados por profesores del Departamento de Estudios Socioculturales, estudiantes del programa de Periodismo y Comunicación Pública y profesores de otras instancias del ITESO, así como de académicos de la Universidad de Guadalajara y profesionales del periodismo. Con esta publicación el observatorio de medios de comunicación del ITESO espera contribuir al diálogo público que nutra la reflexión sobre el papel de la comunicación en la construcción de la democracia.

En el estado de Jalisco, 2015 fue un año electoral, pero también de trasformaciones relevantes en materia de derecho a la información. En el plano nacional se echaron a andar proyectos legislativos que incidieron en la agenda del Congreso del Estado, como la armonización de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Jalisco y sus Municipios, en atención obligatoria de las prescripciones de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información, normativa que fue aprobada en mayo de 2015, como resultado de la reforma al 6° constitucional, aprobada por el Congreso de la Unión en febrero de 2014. Sobre ese tema, José Rubén Alonso González, en su artículo “Transparencia, entre armonizar y no retroceder”, ofrece antecedentes históricos de la ley local como marco para situar las implicaciones de los vaivenes y tropiezos que se dieron en el proceso de armonización de la ley, entre la clase política y la sociedad civil organizada.

La reforma constitucional en telecomunicaciones y radiodifusión, aprobada en junio de 2013, en su artículo quinto transitorio establece que la transición a la televisión digital terrestre (TDT) culmine el 31 de diciembre de 2015. Con base en esa disposición constitucional Magdalena Sofía Paláu Cardona presenta en su artículo “La transición a la televisión digital terrestre” los antecedentes de ese proyecto; lo que debe entenderse por TDT; las acciones que en 2015 emprendieron la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y el Instituto Federal de Telecomunicaciones a escala nacional, para luego centrar su análisis en el proceso que se dio en el estado. En este texto la autora ofrece su punto de vista sobre las ventajas y desventajas del nuevo sistema de trasmisión de señales televisivas, así como sus reflexiones sobre los efectos que esta tecnología tendrá en la oferta de contenidos televisivos en el país y la entidad.

En diciembre de 2015, en el marco de la entrega de reconocimientos a los ganadores del Premio Jalisco de Periodismo, periodistas de diversos medios de comunicación del área metropolitana de Guadalajara hicieron público un severo cuestionamiento al consejo directivo del premio por otorgarle el reconocimiento “Despertador Americano” al académico Javier Hurtado, de la Universidad de Guadalajara. Esa coyuntura reveló la falta de documentación acerca de la génesis del premio, su organización, desarrollo y trasformaciones, por lo que Rosalía Orozco Murillo, en el texto “Premio Jalisco de Periodismo, 20 años de historia” presenta su génesis, trasformaciones, contradicciones y un análisis de lo ocurrido en 2015. Comparte su punto de vista de los retos de la organización del premio 2016.

La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, visibilizó la magnitud y gravedad de las desapariciones en el país, lo que produjo que el tema escalara en la agenda mediática en los planos nacional e internacional. En ese contexto informativo, Jalisco destacó por ser la segunda entidad con mayor número de desaparecidos en el país. Desde la perspectiva del derecho a la información Teresa Iñiguez, Rodrigo Loza y Darwin Franco, en su artículo “Las desapariciones en Jalisco y el no acceso a la información”, documentan la gravedad del problema en la entidad, las acciones de búsqueda de desaparecidos por parte de la sociedad civil organizada, así como los resultados de una investigación realizada en cuatro diarios del área metropolitana de Guadalajara desde la perspectiva del derecho a saber y sus implicaciones.

Uno de los objetivos del informe anual es documentar las trasformaciones del sistema mediático local. Sin pretender agotar el tema, Bernardo Masini Aguilera, en su texto “Nadie se baña dos veces en el mismo río mediático” ofrece al lector una relación pormenorizada de los cambios relevantes en esa materia. Destaca la emergencia de proyectos periodísticos en línea, documenta el caso del cierre del diario La Jornada Jalisco, la circulación de impresos gratuitos y la presencia de nuevos portales de información de origen jalisciense.

Sonia Serrano Íñiguez, en “Las implicaciones del nuevo sistema penal para los medios de comunicación y periodistas”, presenta el proceso que se dio en Jalisco, a partir del decreto de 2008 del presidente Felipe Calderón Hinojosa, de la instrumentación jurídica del sistema penal acusatorio, las condiciones que la normativa estipula para los medios de comunicación y periodistas, la consagración de los derechos de los implicados en procesos judiciales, las repercusiones en las coberturas informativas y los mecanismos que la ley establece para la protección de los periodistas y la libertad de expresión.

Con el título “El rostro de la prensa en Guadalajara” Pedro Mellado Rodríguez presenta los resultados de un proyecto de investigación realizado por estudiantes de la asignatura Política Editorial y Publicidad del programa educativo en Periodismo y Comunicación Pública del ITESO. El proyecto se centró en el análisis de contenido y de la publicidad en seis diarios del área metropolitana de Guadalajara, y tuvo como propósito trazar el rostro de sus capacidades financieras y de negocios desde la perspectiva de su independencia editorial.

María Guadalupe Ramos Ponce y Elba Núñez, en el artículo “La alerta de violencia contra las mujeres en Jalisco. Cobertura de medios de febrero a diciembre de 2016”, ofrecen una revisión exhaustiva de la cobertura y el tratamiento informativo de diarios locales y nacionales sobre la alerta de violencia contra las mujeres en Jalisco. Documentan inconsistencias y descuidos del gobierno del estado en la materia, así como la cobertura que la prensa local y nacional dieron al tema de febrero a diciembre de 2016. Las autoras cuestionan a la mayoría de los periódicos comprendidos en su revisión y ofrecen su punto de vista crítico a partir de los hallazgos encontrados en el estudio.

En julio de 2013 el Congreso del Estado de Jalisco aprobó la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Jalisco y sus Municipios. Esta ley crea el Consejo Consultivo del Instituto de Transparencia, Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Jalisco (ITEI), constituido por representantes de la sociedad civil, de universidades, del sector empresarial y ciudadanos de la entidad. Este consejo ciudadano es el primero en su tipo en el país. Una de las atribuciones que por ley se le otorga a este consejo es la presentación al Congreso del Estado de candidatos a comisionados del ITEI. Bajo este marco, en “La elección de comisionados del ITEI: balance y propuestas. Claroscuros de la elección de comisionados del ITEI 2016” José Bautista Farías ofrece un análisis del proceso de designación de comisionados del instituto garante local, realizado de mayo a agosto de 2016, así como propuestas de modificación a la ley relativas al proceso de elección de los comisionados. El autor enfatiza la necesidad de ampliar los criterios para la elección, así como de las atribuciones y apoyos al Consejo Consultivo del ITEI.

Con el título “La iniciativa ciudadana #Ley3de3” Ana Vicencio Huerta presenta una detallada documentación de la creación de la primera iniciativa ciudadana convertida en ley. Destaca la participación que Jalisco tuvo en ese proceso, particularmente de la sociedad civil organizada y de los legisladores locales. Para la autora, la aprobación de las leyes que conforman el Sistema Nacional Anticorrupción demanda a los jaliscienses que firmaron la iniciativa vigilar y dar seguimiento a su aplicación, así como al funcionamiento del Sistema Nacional Anticorrupción. La experiencia de movilización y coordinación ciudadana que significó la #Ley3de3 en Jalisco amplía el horizonte para aprovechar los mecanismos institucionales que permitan incidir en la trasformación del estado y el país.

El informe del Q ITESO, Análisis Crítico de Medios, además de documentar coyunturas mediáticas y sociopolíticas en materia de derecho a la información, confirma su propósito de mantener activa la memoria de los profesionales de la comunicación que participaron en la construcción del acontecer informativo, cultural y de entretenimiento local. En la sección “Los que se fueron” se presentan los textos dedicados a Eva Uranga de Zárate (la señora Zárate) de Sergio Peniche; Antonio Cázares de Jorge Narro Monroy; José Luis Puente de Susana del Real Ponce; José María Pulido Valdovinos de Brenda Sánchez Núñez, y por último, el dedicado a Xavier Garabito Tovar de Katia Diéguez.

El observatorio mantiene su compromiso de documentar el devenir del sistema de medios de comunicación en su contexto en relación con los derechos fundamentales de la comunicación de los jaliscienses. Aspira a que este esfuerzo editorial promueva el sentido de la memoria como recurso de aprendizaje ciudadano en el tortuoso proceso de democratización en el que nos encontramos.

Medios de comunicación y derecho a la información en Jalisco, 2016

Periodo: enero – diciembre 2016

Este informe retoma su mirada al acontecer mediático y las cuestiones relacionadas con el derecho a la información de 2015 y 2016. Está comprendido por 15 textos elaborados por profesores del Departamento de Estudios Socioculturales, estudiantes del programa de Periodismo y Comunicación Pública y profesores de otras instancias del ITESO, así como de académicos de la Universidad de Guadalajara y profesionales del periodismo. Con esta publicación el observatorio de medios de comunicación del ITESO espera contribuir al diálogo público que nutra la reflexión sobre el papel de la comunicación en la construcción de la democracia.

Graciela Bernal Loaiza
Coordinadora 

Publicado:2017-05-31

Contenido

Presentación

 

I. Medios de comunicación en Jalisco

Nadie se baña dos veces en el mismo río mediático
Bernardo Masini Aguilera

 

La transición a la televisión digital terrestre
Magdalena Sofía Paláu Cardona

 

Premio Jalisco de Periodismo, 20 años de historia
Rosalía Orozco Murillo

 

El rostro de la prensa en Guadalajara
Pedro Mellado Rodríguez

 

II. Derecho a la información

Las desapariciones en Jalisco y el no acceso a la información
Teresa Iñíguez, Rodrigo Loza y Darwin Franco

 

Las implicaciones del nuevo sistema penal para los medios de comunicación y periodistas
Sonia Serrano Íñiguez

 

La alerta de violencia contra las mujeres en Jalisco. Cobertura de medios de febrero a diciembre de 2016
María Guadalupe Ramos Ponce y Elba Núñez

 

La elección de comisionados del ITEI: balance y propuestas. Claroscuros de la elección de comisionados del ITEI 2016
José Bautista Farías

 

Transparencia, entre armonizar y no retroceder
José Rubén Alonso González

 

La iniciativa ciudadana #Ley3de3
Ana Vicencio Huerta

 

III. Los que se fueron

Eva Uranga de Zárate, “la señora Zárate”
Sergio Peniche

 

Toño Cázares
Jorge Narro Monroy

 

José Luis Puente, el zorro de la foto política (1960–2015)
Susana del Real Ponce

 

José María Pulido Valdovinos (1966–2016)
Brenda Sánchez Núñez

 

Y a otra cosa mariposa, Xavier
Katia Diéguez

 

Acerca de los autores

 

Comité Editorial

 

Q ITESO, Análisis Crítico de Medios. Misión y líneas estratégicas

ETIUS Observatorio de Comunicación y Cultura Sistemas de Comunicación

Misión y líneas estratégicas

 

El ITESO, a través de ETIUS Observatorio de Comunicación y Cultura, busca promover entre su comunidad educativa nuevos espacios de construcción de conocimiento mediante proyectos de observación / investigación / difusión / vinculación como una forma de atender algunos desafíos que le plantea la vida social y sus entornos.

ETIUS es un Observatorio de Comunicación y Cultura que opera desde primavera de 2018 en el Departamento de Estudios Socioculturales (DESO). Este observatorio capitaliza la experiencia y aprendizajes de la operación por más de diez años de Q ITESO: Análisis Crítico de Medios.

Se define como un proyecto universitario articulador de la producción académica que se realiza en programas educativos de licenciatura y posgrado, mediante la colaboración de estudiantes y profesores en los procesos de construcción de conocimiento sobre problemas del acontecer sociocultural y sociopolítico. Se distingue por centrar sus observaciones en los fenómenos comunicativos que los constituyen. Mediante proyectos específicos que atienden coyunturas, ETIUS busca la construcción de sentido en los procesos de formación académica y profesional de cara a necesidades de conocimiento socialmente pertinente.

ETIUS mantiene la línea de observación sobre los sistemas de comunicación, e incorporó como objetos de su trabajo los relacionados con lo socio ambiental, el periodismo, los procesos electorales y la publicidad, con el objetivo de contribuir y participar en el debate académico y público, para la trasformación de la significación de la realidad social que promueva prácticas orientadas al logro de una sociedad más justa, humana y digna.

Los resultados del trabajo de este observatorio pueden ser consultados en: etius.iteso.mx

Comité Editorial

Graciela Bernal Loaiza es licenciada en Ciencias de la Comunicación y maestra en Política y Gestión Pública por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Fue coordinadora del Programa en Ciencias de la Comunicación de 1999 a 2002 en esa casa de estudios. Actualmente es profesora titular del ITESO, adscrita a la Unidad Académica Básica Sistemas de Comunicación, Información y Democracia del Departamento de Estudios Socioculturales (DESO). Es representante del ITESO en la Red Derecho a la Información y Democracia de la Asociación de Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL). Fundadora del Capítulo Jalisco de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información y su presidenta de 2013 a 2015. Es coordinadora de ETIUS Observatorio de Comunicación y Cultura del DESO. Desde 2016 coordina el informe anual del Observatorio de medios de comunicación del ITESO.

Sergio René de Dios Corona es profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Desde hace más de 25 años se ha dedicado a formar periodistas y comunicadores. Ha pasado por todos los puestos del área editorial en una decena de publicaciones impresas durante los 34 años que ha ejercido el periodismo, además de colaborar en empresas radiofónicas y medios digitales. Ha publicado una docena de libros como autor y coautor, e impartido un centenar de talleres, conferencias y cursos en México, Colombia y Panamá.

Susana Herrera Lima es profesora investigadora del Departamento de Estudios Socioculturales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente de Guadalajara (ITESO). Doctora en Estudios Científico Sociales por el ITESO, en el área de Comunicación, Cultura y Sociedad. Maestra en Comunicación de la Ciencia y la Cultura, por el ITESO. Sus líneas de investigación son: comunicación pública de la ciencia; comunicación y medioambiente; ciencia, tecnología y sociedad. Miembro del Programa Formal de Investigación en Estudios Socioculturales. Participa en proyectos interdisciplinarios de investigación sobre problemas de agua y territorio en el Grupo de Estudios del Agua del ITESO, en el Observatorio de Comunicación y Cultura coordinando la línea de comunicación y medioambiente, en proyectos de comunicación pública de la ciencia con participación ciudadana. Fundadora y coordinadora de la colección de libros De la Academia al Espacio Público, que reúne trabajos de investigación en comunicación pública de la ciencia. Miembro de la Red Public Understanding of Science and Technology (PCST), de la International Environmental Communication Association (IECA), de la Red Waterlat y de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica (Somedicyt). Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores de México.

Jorge Alejandro Narro Monroy es profesor emérito del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), adscrito al Departamento de Formación Humana. Es licenciado en Filosofía y Ciencias Sociales y maestro en Política y Gestión Pública. Fue consejero electoral en el Consejo Local (estatal) del Instituto Federal Electoral (IFE) durante los procesos electorales de 2000, 2003 y 2007. Pertenece al Capítulo Jalisco de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi). Fue fundador del desaparecido diario Siglo 21, donde se desempeñó como editor de la sección de información local. Es editorialista del periódico Mural.

Juan S. Larrosa–Fuentes obtuvo los grados de licenciado, maestro y doctor por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente de Guadalajara (ITESO), la Universidad de Guadalajara y la Universidad de Temple, respectivamente. Ha sido profesor universitario en estas tres casas de estudio. Actualmente es profesor de tiempo completo en el Centro de Formación en Periodismo Digital de la Universidad de Guadalajara. De 2007 a 2013 fue coordinador general del observatorio de medios Q ITESO, Análisis Crítico de Medios, y de 2010 a 2013 fue presidente del capítulo Jalisco de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi). Es fundador y asambleísta del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad). Se desempeñó como periodista en diversos medios de comunicación de Jalisco (1996–2004). Sus intereses en el estudio de la comunicación se concentran en la comunicación política, el periodismo, así como en la economía política de la comunicación y la cultura.

Diego Armando Mejía Picón es licenciado en Ciencias de la Comunicación por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). En 2010 se inició en el periodismo en el semanario universitario Cruce
y en el análisis de las estructuras mediáticas en Q ITESO, Análisis Crítico de Medios. Hizo prácticas profesionales en el diario El Informador. De 2012 a 2017 colaboró para los diarios guanajuatenses Correo y Am/Al Día. Desde 2017 pertenece a la Subdirección de Formación Integral de la Universidad Tecnológica del Norte de Guanajuato, donde se desempeña como docente.

Pedro Mellado Rodríguez es licenciado en Derecho por la Universidad de Guadalajara. Tiene 45 años de trayectoria en el ámbito periodístico en medios de la Ciudad de México, Jalisco y de Estados Unidos. Ha sido reportero, jefe de información, jefe de redacción, editor, subdirector, director editorial, columnista, editorialista, conductor de programas radiofónicos y televisivos, así como coordinador de equipos de investigación periodística en medios radiofónicos e impresos. Su columna “Puntos y contrapuntos” se ha publicado durante 33 años en distintos medios de comunicación, como los diarios El Occidental, Siglo 21 y Mural. Actualmente se publica en la plataforma digital partidero.com y es titular del programa de radio “Política en Directo”, en Radio Metrópoli. Es profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) en la Licenciatura de Periodismo y Comunicación Pública.

Guillermo Orozco Gómez es profesor titular y director del Departamento de Estudios de la Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara. Especializado en Pedagogía, por la Universidad de Colonia, Alemania. Maestro y doctor en Educación por la Universidad de Harvard. Es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y del Sistema Nacional de Investigadores, nivel 3. Responsable de la Cátedra Unesco–UNAOC–MILID: Media and Information Literacy and Intercultural Dialogue para América Latina. Ha sido catedrático Unesco de Comunicación Social en las universidades Javeriana de Colombia y Autónoma de Barcelona. Es catedrático Humanitas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Cocoordinador Internacional del Programa Obitel: Observatorio Iberoamericano de Ficción Televisiva. Fue profesor visitante en la Cornell University, de Estados Unidos. Su trabajo académico se ha desarrollado a lo largo de 30 años en las líneas de educomunicación, ficción televisiva, teoría y metodología de análisis de audiencias. Creó y dirigió por seis años (1989–1996) el Programa Institucional de Investigación y la serie de Cuadernos de Comunicación y Prácticas Sociales (Proiicom), Universidad Iberoamericana, Santa Fe, México. Coordinador editorial de la serie de libros del Foro Internacional tvMorfosis y coordinador de los Cuadernos del Programa de Alfabetización Comunicacional en la Universidad de Guadalajara. Ha escrito más de 80 artículos y capítulos de libros. Es autor o coautor de 20 libros y coordinador de más de 20. Sus últimos libros son: Televidencias: comunicación, educación y ciudadanía, Al filo de las pantallas y TvMorfosis 6: gestión y consumo de contenidos digitales. Nuevos modelos.

Rosalía Orozco Murillo fue periodista durante siete años en México. Es licenciada en Letras y maestra en Comunicación por la Universidad de Guadalajara. De 2008 a 2010 coordinó la Licenciatura en Periodismo en esa casa de estudios. Actualmente dirige el Centro de Formación en Periodismo Digital y coordina la Maestría en Periodismo Digital. Imparte cursos y talleres sobre géneros periodísticos, escritura para la web y gestión de proyectos periodísticos digitales. Investiga temas relacionados con la relación medios–poder y las trasformaciones del periodismo en contextos de transición democrática y de cambios tecnológicos. Es miembro de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) Jalisco desde 2010, y desde 2017 la preside.

Acerca de los autores

Carlos Javier Aguirre Arias es politólogo por la Universidad de Guadalajara, especialista en escritura creativa por la Sociedad General de Escritores Mexicanos y maestro en Comunicación Estratégica por la Universidad Panamericana Campus Guadalajara. Además, realizó en el CIDE un curso especial en Gobernanza Democrática. Es coordinador del Colectivo Ciudadanos por Municipios Transparentes (Cimtra) a escala nacional y en el estado de Jalisco, donde coordina evaluaciones a municipios, al Congreso del Estado, así como jornadas de capacitación; es encargado de vinculación con otros organismos de la sociedad civil, políticos y empresariales, además de la socialización y estrategia de comunicación de las actividades de Cimtra. Ha sido asesor en el Senado, en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana en el Estado de Jalisco y es jefe en edición del mismo Instituto. Es columnista en La Jornada Aguascalientes, maestro adjunto de Ciencia Política en la Universidad de Guadalajara, comentarista en el Sistema Jalisciense de Radio y Televisión C7 Jalisco, editor y colaborador en Tercera Vía. Es especialista en temas de comunicación, redes sociales, participación ciudadana, transparencia, rendición de cuentas, fiscalización y combate a la corrupción.

Octavio Covarrubias Vargas es licenciado en Periodismo y Comunicación Pública por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Ha trabajado como consultor de comunicación social para organizaciones de la sociedad civil e instituciones gubernamentales. Fue profesor del taller “Narrar comunidad” impartido en Plural Escuela de Territorio. En la actualidad es asistente editorial de la revista científica Carta Económica Regional editada por el Departamento de Estudios Regionales de la Universidad de Guadalajara.

Sergio René de Dios Corona es profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Desde hace más de 25 años se ha dedicado a formar periodistas y comunicadores. Ha pasado por todos los puestos del área editorial en una decena de publicaciones impresas durante los 34 años que ha ejercido el periodismo, además de colaborar en empresas radiofónicas y medios digitales. Ha publicado una docena de libros como autor y coautor, e impartido un centenar de talleres, conferencias y cursos en México, Colombia y Panamá.

Gilberto G. Domínguez M. es productor radiofónico en Radio Universidad de Guadalajara desde el 2 de octubre de 1989. Es profesor en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) desde 1997 en el Departamento de Estudios Socioculturales. Ganó el Premio Cemex–FNPI 2005, junto con Vanesa Robles y Mario Mercuri, por el reportaje “La Cruz de Juárez”. También ganó en dos ocasiones en la Bienal Internacional de Radio, en las categorías de Radio para Niños y Reportaje radiofónico. Actualmente imparte el Proyecto de Aplicación Profesional Itópica Vinculando Comunidades del iteso.

Darwin Franco Migues es doctor en Educación y maestro en Comunicación por la Universidad de Guadalajara. Es profesor del Departamento de Estudios en Comunicación Social de la UdeG y en el Departamento de Estudios Socioculturales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores en el nivel 1. Obtuvo el Premio Jalisco de Periodismo 2014 en la Categoría Prensa Escrita con el trabajo “¿Ya apareció su hijo?: El calvario de las madres de los desaparecidos en Jalisco”.

Roberto García Orozco es licenciado en Periodismo y Comunicación Pública por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Durante su periodo como estudiante realizó, en colaboración con otras colegas, el reportaje “Omisiones y negligencias detrás de la construcción de torres habitacionales en Guadalajara”, publicado en Más por Más Gdl. Actualmente ejerce como jefe de prensa de Fuerzas Básicas de Atlas FC.

Julio González González Durán es periodista, egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), donde es profesor de ETIUS Observatorio de Comunicación y Cultura del DESO/ITESO. Produce el programa de radio Imagen Jalisco del 93.9 fm. Coordina el sitio Okupo+. Autor de la columna “Sepa la bola”, que por más de dos años se publicó en el periódico Máspormás Gdl, donde fue reportero. Ha colaborado para el periódico El Informador. Sus crónicas y reportajes han aparecido en Artículo siete, El Barrio Antiguo y Territorio.

Iván González Vega es periodista desde 1994. Es maestro en Periodismo digital por la Universidad de Guadalajara y licenciado en Ciencias de la Comunicación por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Ha trabajado como reportero y editor para medios como Cambio de Michoacán, Público–Milenio, El Tren y El Informador. Desde 2014 edita el sitio independiente Ágora Teatro gdl. Es profesor de comunicación y periodismo; desde 2017 coordina la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del ITESO.

María Elena Hernández Ramírez es profesora investigadora en el Departamento de Estudios de la Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara, especializada en el estudio sociológico del periodismo mexicano contemporáneo. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), maestra en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Iowa, Estados Unidos, y doctora en Información y Comunicación por la Universidad de París 8. Dirigió la Licenciatura en Comunicación Pública (2007–2012), el Departamento de Estudios de la Comunicación Social y la Maestría en Comunicación de la Universidad de Guadalajara. Es miembro del capítulo Jalisco de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi). Analista en medios para temas de periodismo y comunicación pública (actualmente en Señal Informativa, UdeG tv). Fue defensora del lector en el diario Milenio–Jalisco (junio 2011 a junio 2012). Entre sus publicaciones destacan: La producción noticiosa (1995); Estudios sobre periodismo. Marcos de interpretación para el contexto mexicano (2010), y Estudios sobre periodismo en México: despegue e institucionalización (2018), coordinadora y autora en los dos últimos.

Hernán Muñoz Acosta es licenciado en Ciencias de la Comunicación y estudiante de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Colaboró en la Unidad de Comunicación Ambiental del IIES–UNAM generando contenido audiovisual original y como coautor del Manual básico de video para la comunicación y el periodismo de ciencia, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y Somedicyt. En la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Morelia desempeñó labor docente en la Licenciatura en Ciencias Ambientales y en el diario Cambio de Michoacán fue editor en el suplemento Municipios. Actualmente desarrolla un análisis discursivo de cartografías de la zona metropolitana de Guadalajara y el Bosque La Primavera como parte de su proyecto de investigación de maestría.

Luis Guillermo Natera Orozco es maestro en Comunicación de la Ciencia y la Cultura por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Ha realizado estancias de investigación e intercambios académicos en el Center for Civic Media del Media Lab en el Massachusetts Institute of Technology de Estados Unidos, y en la Universidad de Valparaíso de Chile. En el plano profesional ha sido profesor de asignatura y coordinador ejecutivo de Signa Lab ITESO, además de consultor y analista de datos y redes. Actualmente estudia el Doctorado en Ciencia de Redes en el Center for Network Science de la Central European University en Budapest, Hungría.

Isabelana Noguez Pérez es egresada de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Ha colaborado en distintos medios como El Diario NTR, Proyecto Diez, C7 Jalisco y Nuestra Aparente Rendición. Colabora en el área de prensa y comunicación del festival de cine Viva México, Rencontres Cinématographiques, en París.

María Magdalena Sofía Paláu Cardona es licenciada en Ciencias de la Comunicación por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Comunicación Social por la Universidad de Guadalajara y doctora en Estudios Científico Sociales por el ITESO. Es profesora numeraria de esa institución y colabora como académica en el Departamento de Estudios Socioculturales desde 1997. Coordinó el observatorio Q ITESO, Análisis Crítico de Medios de 2013 a 2017; continúa como asesora de ese observatorio. Su trabajo de investigación gira en torno a la historia y estructura de los sistemas de comunicación, la economía política de la comunicación y la cultura, la comunicación política en los procesos electorales y los observatorios de medios. Es coordinadora de la Red
de observatorios de medios de comunicación del Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación (ROM–Coenicc) y miembro del Capítulo Jalisco de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi).

María Isabel Quinn Cervantes es licenciada en Periodismo y Comunicación Pública. Ha participado en investigaciones sobre cobertura y tratamiento informativo en temas hídricos y electorales, y en proyectos de divulgación científica. Actualmente se desempeña como profesora de Ciencias de la Comunicación en nivel de bachillerato.

Jorge Enrique Rocha Quintero es académico del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Es licenciado en Sociología por la Universidad de Guadalajara y en Filosofía por la Universidad del Valle de Atemajac (Univa). Tiene una maestría en Impactos Territoriales de la Globalización por la Universidad Internacional de Andalucía y es doctor en Estudios Científico–Sociales por el ITESO. Colabora semanalmente en Zona 3, Radio Metrópoli, Ocho tv y como articulista en el Semanario de Guadalajara y en las revistas El Puente y Christus. Es profesor invitado en la Universidad Iberoamericana León.

Frida V. Rodelo es doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Actualmente es profesora titular en la Universidad de Guadalajara y de asignatura en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Hace investigación académica sobre prácticas y coberturas periodísticas. Estuvo en 2010 en Timor Oriental colaborando con el Centro Internacional para Periodistas. En 2009 el Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación (Coneicc) le otorgó el premio a la mejor tesis de maestría sobre Comunicación. Forma parte del Sistema Nacional de Investigadores (2017–2019). Por su experiencia en monitoreo de medios es integrante del Observatorio de Participación Política de las Mujeres de Jalisco desde 2016, donde coordina la comisión de medios de comunicación. Coordinó el monitoreo de la cobertura en radio y televisión de las campañas electorales locales de 2018. Es integrante de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) Capítulo Jalisco y de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación.

Cristina Romo Gil es licenciada en Ciencias y Técnicas de Información por la Universidad Iberoamericana y maestra en Comunicación por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Desde 1969 fue profesora de la carrera de Ciencias de la Comunicación del ITESO, en donde ha sido profesora de Radio, Comunicación Escrita y Derecho de la Comunicación. Fue directora de la carrera. Es profesora numeraria y emérita del ITESO. Fue directora del Departamento de Extensión Universitaria. Fundadora del Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación (Coenicc), del que fue presidenta, y ahora es miembro honorario. Fundadora de la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social (Felafacs), directora por México durante diez años; actualmente forma parte de su Consejo Consultivo. Formó parte del Consejo Consultivo del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión, del que fue su primera presidenta. Fue consejera ciudadana de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco. Miembro fundador de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), fundadora y primera presidenta del Capítulo Jalisco. Conferenciante y participante en congresos nacionales e internacionales. Autora, entre otros textos, de Introducción al conocimiento y práctica de la radio, La otra radio, voces débiles y voces de esperanza y Ondas, canales y mensajes: un perfil de la radio en México.

Alfredo Sánchez Gutiérrez es tapatío, aunque nació en la Ciudad de México en 1956. Estudió Ciencias de la Comunicación en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) e impartió clases en algunas épocas ahí mismo. Ejerce en partes casi iguales la música y el periodismo. En la primera de sus profesiones ha tocado desde música medieval hasta rock semipesado, pasando por casi todos los puntos intermedios. Ha compuesto canciones, música para cine, danza y teatro; ha producido discos y ha tocado con diversos grupos y solistas. El periodismo lo ejerce en la radio y en la prensa escrita. En 2017 ganó el Premio Jalisco de Periodismo con el trabajo “El Clan Flores–Peredo”. Gracias a una beca escribió y publicó un libro de crónicas sobre la cultura en Guadalajara en los setenta y ochenta, llamado De Memoria. También es autor de La música de acá, libro dedicado a músicos de Guadalajara de distintos ámbitos.

Luis René Navarro Figueroa (1936–2017)

Isabelana Noguez Pérez

 

Era exigente y reservado. Cuando se encontraba en la redacción del periódico El Informador se le veía escribiendo en su oficina. De vez en cuando se alejaba del escritorio y los periódicos para cruzar la puerta y fumarse un cigarrillo, en tiempos en los que se permitía hacerlo dentro de las redacciones.

Le gustaba observar a todo el mundo. “Poco convivía con los demás, se dedicaba a los suyo”, dijo, en entrevista su amigo y colega Antonio Flores Pozos, “don Toño”, columnista de Picaporte.[1]

Luis René fue cablista de notas nacionales e internacionales, reportero, coordinador de temas locales y de investigación, y jefe de información en el periódico El Informador. Sus notas destacaban la historia de Jalisco, su cultura, sus artesanías y lo “desconcertante” que era la capital tapatía. “Guadalajara ha sido siempre la alegre y hospitalaria representativa de México secular, la que abre sus brazos con toda franqueza a propios y extraños en esta época de los objetos supersónicos y los nervios destrozados”, escribió el 27 de agosto de 1967 en El Informador.

Dedicó numerosas columnas en “cartas de amor” para la ciudad. En 1968, en su columna “Hoy y Mañana”, escribió sobre el clima característico de la Perla Tapatía, sobre la hospitalidad y cordialidad de su gente, lo que “ocasiona que la capital jalisciense sea la ciudad exacta que el hombre necesita para vivir”.

Luis René aprendió periodismo en la escuela de la redacción, como dijo aquel día en el 2004 cuando ganó el Despertador Americano por trayectoria periodística. “Así aprendíamos la vieja guardia. Salíamos a reportear con los más veteranos y eran nuestros maestros”.

Luis René, recordó don Toño, era un periodista muy exigente, le gustaba la calidad. Al coordinar unidades y secciones del periódico, se convirtió en maestro de reporteros. “Analizaba las notas y si algo estaba mal los llamaba y con palabras fuertes los reprendía. Los regañaba para que los corrigiera”, añadió. Sus colegas lo recuerdan como un periodista apasionado por la verdad. En tiempos de oficialismo y tratos condescendientes, “Luis René siempre fue imparcial en sus columnas y en sus críticas… tal vez por eso era muy apreciado en las fuentes que cubrió. Muy cuidadoso y meticuloso con sus notas. Cuidaba mucho el buen uso de lenguaje”, señaló don Toño.

Luis René trabajó en El Informador durante más de 40 años. A Luis René le gustaba tomarse sus tequilas y salir a comer a restaurantes de antojitos, le encantaban los mariscos. Pero lo que más le gustaba era ir a la playa. Cuando tenía la oportunidad no lo pensaba dos veces, tomaba su auto y se marchaba a escuchar las olas del mar. En una de sus columnas en Pórtico una vez escribió sobre el “viaje de la vida, ese que no tiene retorno”. Su viaje comenzaría la mañana del 9 de agosto de 2017, a los 81 años de edad. Don Toño dijo desconocer la causa de su muerte. La última vez que tuvo noticias de él se enteró de que estaba muy enfermo, “tal vez los años se le vinieron encima”, dijo con voz tenue.

 

[1]Entrevista realizada el 5 de octubre de 2017.

Gustavo Adolfo Sánchez. Un recuerdo para pensar el periodismo

Octavio Covarrubias Vargas[*]

 

No sabía elegir nada por su simpleza. Incluso nombrar a su primer hijo lo llevó a una revisión etimológica e histórica de las obras de Platón y Aristóteles. Para Gustavo la proeza poética de Homero resultó su inspiración y así nombró a su primogénito.

Filósofo de formación, Gustavo Adolfo Sánchez dedicó más de 35 años de su vida a Notisistema. De la mano de Cecilia Díaz Romo, fundadora de esa estación radiofónica, comenzó su trabajo en esa empresa en la década de los años ochenta del siglo XX, una época de bonanza para esa compañía al ser pionera en la creación de contenido local para medios nacionales, que desde hace 37 años mantiene con la trasmisión de noticieros que cada hora llegan a todo el país.

Gustavo comenzó en Notisistema como redactor y después como editor de noticieros. A principios de los noventa dejó Guadalajara para dirigir Notisistema en León, Guanajuato. Posterior a su estancia en esa ciudad, a principios del milenio regresó a Guadalajara para ocupar la jefatura de Información hasta 2015, año en el que se retiró.

Él, un cuasipurista del lenguaje, también llegó a la radiodifusora para fortalecer la calidad periodística del trabajo de los reporteros. Los incentivaba a investigar la etimología de las palabras para que conocieran sus raíces y sus significados, y con ello mejorar los contenidos periodísticos. Con su mantra personal no buscaba un error para corregirlo, sino para evitarlo.

Desde sus inicios en la radio no perdió oportunidad para asesorar a sus compañeros. Atendía desde pequeñas dudas gramaticales hasta inquietudes existenciales si así se lo pedían. Sus colegas encontraban en él a un hombre que buscaba la explicación de las cosas.

Gustavo era una persona reflexiva —fama que le valió ser relevo de su amigo José Manuel Barceló— en el programa “Atreverse a pensar”, que trataba temas filosóficos. Ese tipo de emisiones representaba un desafío para la radiodifusora por despertar y ganar el interés de los radioescuchas, pero no para Gustavo, quien disfrutaba del conocimiento “intelectual”, como lo describe Roberto Ruvalcaba, su compañero de trabajo por 33 años.

Fue un hombre de trabajo “ensimismado”, como dice Barceló, porque “el mundo pasaba por encima de él y no se daba cuenta”. Sus amigos lo recuerdan como un hombre comprometido y puntual. Siempre llegaba a tiempo a cualquier cita personal o profesional.

Un intelectual que cultivó el estudio y la profundización en la obra de Juan Rulfo, así como del periodismo y su ejercicio profesional. Fue un hombre negado a las interpretaciones fáciles y a las explicaciones únicas. Una de sus mayores cualidades que jamás le trajo descanso.

En palabras de José Manuel Barceló, “su voz no estaba hecha para la radio, pero con las cosas que leía y la forma en como las abstraía, tenía mucho que decir (…) debió haber escrito dada su capacidad de análisis, que era abrumadora”.

Su oficina era su bucle temporal que lo suspendía en sus ideas como viajero del tiempo. Los libros, la música clásica, el cigarro y el café amargo fueron sus placeres imprescindibles que lo desprendían de este mundo. La obra completa de Honoré de Balzac coronó estos placeres, antes de su partida, el 8 de mayo de 2017.

 

[*] Agradezco a José Manuel Barceló y Roberto Ruvalcaba por su tiempo y por confiarme sus historias de Gustavo Adolfo Sánchez. Entrevistas realizadas en octubre de 2017.

Jonathan Rodríguez Córdova

Roberto García Orozco

 

Jonathan Rodríguez Córdova hubiera celebrado su cumpleaños número 26 el 9 de octubre de 2017. Si se le preguntara a cualquiera sobre qué representa esa cifra, seguramente diría que 26 son solo el principio. Tal vez los hubiera festejado en su casa de Autlán de Navarro, Jalisco, acompañado de sus padres, sus hermanos Sarahí y David, y sus amigos que no eran pocos.

Escuchaba de todo tipo de música. Comía de todo, aunque prefería los camarones. Se llevaba bien con todos. Con apenas nueve años de edad repartía copias de El Costeño, semanario que sus padres fundaron en Autlán, hace 25 años. A los 14 ya era taekwondoín cinta negra y seleccionado estatal por Jalisco.

Se recibió de la Licenciatura en Derecho por la Universidad de Guadalajara, donde estudió en el Centro Universitario de la Costa Sur. Tenía interés por la rama fiscal y dentro de sus proyectos se encontraba estudiar un posgrado en esa área en España. “Él prácticamente nació dentro del semanario”, cuenta su mamá Sonia Córdova. Desde que era niño se sumergió en las labores que exige un negocio familiar: después de su etapa como voceador tuvo sus primeras experiencias como periodista cuando lo enviaron a seguir las fuentes de policía y deportes. En el semanario fue director de distribución y en ocasiones se encargaba de entregar personalmente los ejemplares. Fue reportero de nota roja y accidentes, además hizo reportajes especiales enfocados sobre política.

Jonathan tenía un gusto especial por los deportes. Desde pequeño practicó artes marciales, frontenis y futbol. Fue integrante del Deportivo Neza y sus compañeros de equipo le realizaron un homenaje. Su padre, Héctor Rodríguez, dijo que era aficionado del América; pero su madre, entre risas, comentó que su hijo decía que le iba a ese equipo por obligación con su papá, pero que en realidad era seguidor del Guadalajara, como ella.

Jonathan, además de colaborar en el semanario, trabajaba en el área jurídica del Ayuntamiento de Autlán. Tenía interés por formar parte de la Policía Investigadora, e hizo trámites para trabajar en la Fiscalía. Su mamá expresó que “él quería un poquito de justicia porque veía cómo, a veces, abusaban de los que menos sabían”, sobre todo por la falta de conocimiento sobre sus derechos.

Quienes convivieron con él lo recuerdan como una persona armada de paciencia y buen trato. Contrario a otros reporteros, dicen sus padres, que él no se desesperaba: “Jonathan escuchaba, y no se retiraba del lugar hasta hallar la manera de conseguir la nota. Siempre buscaba la forma de ayudar a través de su práctica periodística, escuchaba a la gente durante sus coberturas. Además, ofrecía asesorías legales gratuitas cuyo servicio lo anunciaba en El Costeño.

Nació y creció dentro de un medio de comunicación al que le dedicó casi toda su vida y contribuyó en su desarrollo. La negligencia de las autoridades ante la denuncia del semanario El Costeño, por amenazas al periódico, impidió que Jonathan celebrara su cumpleaños. Fue asesinado el 15 de mayo de 2017 en Autlán de Navarro, luego de un ataque armado a su vehículo.

Antonio Venzor Castañeda (1952–2017)

Alfredo Sánchez Gutiérrez

 

Antonio tuvo una extraña puntería para elegir sus fechas de nacimiento y muerte: nació en 1952, el 1 de enero, y cada año celebraba de un modo peculiar la llegada del año nuevo y su propio cumpleaños: abría su casa desde temprano y recibía con un plato de pozole delicioso, que él mismo preparaba, a todos los amigos que quisieran acompañarlo. El desfile de comensales agradecidos, que también aportaban sus propios platillos y bebidas, se solía prolongar hasta muy entrada la noche.

Su muerte también ocurrió en una fecha significativa: el 30 de mayo de 2017, el mismo día en el que se celebraban 43 años de la fundación de Radio Universidad de Guadalajara, la institución que fue su lugar de trabajo en varias temporadas y con la cual tuvo una relación agridulce: su enorme experiencia y talento nunca fueron suficientemente reconocidos ahí y, peor aún, a algún efímero director le pareció que sus servicios eran prescindibles y ya no le renovó el contrato en aquel 2007, cuando laboraba para la revista cultural Señales de Humo y tuvo que dejar definitivamente la radio.

Toño Venzor era un chihuahuense de buen tamaño y corpulencia, de risa fácil y humor agudo, con antecedentes familiares árabes que también se notaban en su fisonomía. Nunca perdió del todo el acento norteño y con frecuencia se refería con orgullo a su tierra de origen. Cuando alguien le preguntaba: “Toño, ¿ese es queso chihuahua?” respondía con agilidad: “Qué, ¿hay de otro?”

Y sí, le gustaba comer, era una especie de sibarita y en la cocina se aventuraba con audacia y eclecticismo; no dudaba en combinar ingredientes aparentemente incompatibles. Contaba que una amiga le dijo: “No temas mezclar colores, ni olores ni sabores”, y gracias a ese consejo se animaba a proponer recetas tan estrafalarias como estas:

• Caldo de res con manzana cocida.

• Tamales de elote con salsa de mango.

• Ensalada de manzana, berenjena, pera, papas, apio y piña al horno.

• Ensalada de ejotes, papas y mango cocidos.

• Cajeta de leche en tortilla.

• Menudo de res con champiñones.

• Sopa de fideo con gelatina de uva.

• Chilaquiles con crema chantilly.

La vida de Venzor trascurrió por senderos diversos. Hizo la primaria en su natal Chihuahua, luego pasó cinco años en Lagos de Moreno donde estudió la secundaria y llevó cursos de latín en el Instituto Vicentino. De ahí se mudó a la Ciudad de México donde se inscribió en el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos para estudiar filosofía y, al cabo de cuatro años, ya bien entrado en su segunda década de vida, llegó a la Preparatoria 4 de la Universidad de Guadalajara. Al terminar la prepa se metió a estudiar Psicología en la misma casa de estudios.

Desde que estudiaba la preparatoria comenzó su peregrinar en terrenos del periodismo, la redacción, la corrección y la edición por diversas instituciones: El Informador, Bellas Artes de Jalisco, el Departamento Editorial de la Universidad de Guadalajara.

Quizás fue la casualidad la que lo puso en la posición de fundador de proyectos a los que entraba por puro instinto y que por lo regular tenían que ver con la cultura. El día de su velorio varios amigos ahí reunidos hacíamos un recuento forzosamente incompleto de ello: fue fundador del STAUDG, el sindicato de la Universidad pública que agrupa a los trabajadores administrativos y del cual fue el primer secretario de organización; estuvo en el equipo que fundó la Feria Internacional del Libro en 1987, donde fue editor del periódico informativo El Cuadratín, formador de muchos jóvenes aspirantes a periodistas; fue el primer editor de la sección cultural de Siglo 21, el diario que revolucionó el periodismo de Guadalajara; inició y dirigió el suplemento Paraísos Terrenales en el diario El Occidental; estuvo en el equipo que fundó la revista cultural Señales de Humo, en Radio UdeG.

Por si fuera poco, trabajó también en la Unidad de Asesores de la Rectoría de la UdeG, en la Feria de Arte Contemporáneo Expo Arte, en El Colegio de Jalisco, en la Muestra de Cine Mexicano, en la Comisión de Cultura del Congreso de Jalisco y en el Seminario de Cultura Mexicana. También impartió clases y cursos en la Prepa 7, en el CUCSH y en el Colegio de Jalisco.

Pero en todo caso, si algo definió profesionalmente a Toño Venzor fue su interés por la cultura, por la lengua española y el periodismo. Era un aferrado de la corrección en la escritura y un amante de nuestro idioma. Se esmeraba siempre en trasmitir a sus muchos aprendices la necesidad de redactar y escribir bien y se quejaba del poco esmero con la sintaxis que mostraban muchos redactores de periódicos y noticiarios.

Me tocó trabajar con él durante cinco años en el programa “Señales de Humo”, en el que coordinaba la sección informativa, se hacía cargo de instruir a los jóvenes reporteros —casi siempre prestadores de servicio social— y repartir órdenes de información, seleccionaba las notas periodísticas más relevantes del día, él mismo reporteaba algunos actos culturales que se realizaban en la ciudad, hacía reseñas de libros y escribía frecuentes colaboraciones sobre temas de patrimonio cultural, filosofía, artes plásticas, teatro y otros asuntos.

Una mirada a su perfil de Facebook, aún abierto después de su muerte, nos enseña algunos de los temas que le producían orgullo —como las frecuentes menciones a su tierra, Chihuahua— o indignación —la homofobia o los asesinatos de periodistas. También ahí se puede ver la fotografía de su graduación, el 17 de julio de 2012: Toño ya contaba con sesenta años de edad y, fiel a su vocación de no dejar de aprender, llevaba cinco años dedicado a estudiar la licenciatura en Historia. Abajito de aquella foto se puede leer la descripción que el propio Toño hace de ella:

Ganó la mayoría, vestimos toga, compramos anillo, tuvimos acto académico, no quisimos misa, hicimos fiesta y diseñamos nuestro logotipo y todo salió bien y divertido. Una generación de las más numerosas de Historia de la UdeG y con los más altos promedios. Un grupo de egresados atípico, según una querida maestra.

Ciertamente es una curiosa y atípica imagen de Toño como una especie de enorme y amable oso con toga y birrete. Y es que a su aspecto bonachón, a veces con tupido bigote y otras sin él, contribuían, sin duda, su estatura y su corpulencia, si bien la salud lo obligó en sus últimos años a ser cuidadoso con la dieta y bajó de peso. Me temo que sufrió un poco por tener que someterse a privaciones alimenticias, él, tan goloso y buen cocinero como lo fue.

Su discípula y amiga Vanessa García escribió poco después de que se difundió el deceso de Toño que entre los mejores abrazos que ha recibido en su vida estaban los de Venzor, trasmisores de tanto cariño y protección. Cariño que se manifestó con claridad en las redes sociales cuando circuló la noticia de su muerte. Una operación de vesícula, aparentemente sin mayores riesgos pero que se complicó posteriormente, fue la causa de su partida prematura. Tenía 65 años. Quienes lo conocimos como amigo y colega lo vamos a recordar y, claro, a extrañar.