¿Y en qué estación quedó mi locutor?

Por Fabiola E. López Álvarez[1]

 

2008 ha sido un año de grandes escándalos en el mundo periodístico y de los medios de comunicación. Las inesperadas salidas de periodistas de sus espacios informativos en televisión y radio, han dado mucho de qué hablar, pues en la mayoría de los casos se desconoce el porqué de sus ausencias. En este texto documentamos, de forma general, las sorpresivas partidas de algunos conductores radiofónicos de la Frecuencia Modulada (FM) en Guadalajara.

El común denominador es que en ninguno de los casos que presentamos se han aclarado de forma satisfactoria las causas de la salida del espacio informativo o de su conductor. En los tres casos prevalece un ánimo de poca transparencia, pues no se informó al radioescucha si los cambios se debieron a conflictos de intereses políticos, comerciales o simplemente el término de la relación laboral. Por otro lado habría que aclarar que la opacidad proviene tanto de las empresas de comunicación, como de los mismos periodistas.

 

En contexto: el caso del Distrito Federal

En enero de 2008 intempestivamente ocurre la salida de la controversial periodista Carmen Aristegui del programa matutino “Hoy por Hoy” que se transmitía por W Radio, propiedad del español Grupo PRISA y Grupo Televisa: “El día de ayer finalmente se me notificó que era una decisión tomada no renovar el contrato bajo ninguna nueva o actual circunstancia”, dijo Aristegui en los micrófonos de W Radio.

La comunicadora explicó que desde que inició transmisiones en esa estación de radio, el contrato laboral que la ligaba a la estación se renovaba automáticamente cada año, pero en diciembre pasado ya no sucedió así: “La explicación esencial es que el modelo editorial que hemos practicado a lo largo de estos años en W Radio es incompatible con el modelo de noticiero, el modelo de dirección editorial que la propia empresa ha determinado, que ha experimentado en otros lugares y que le ha dado los resultados que la propia empresa desea precisamente para W Radio en México”, dijo Aristegui.[2]

 

Tres casos paradigmáticos en la capital tapatía

En el ámbito regional, Guadalajara no se queda atrás en cuanto a las salidas inesperadas de periodistas en el medio radiofónico. El primero en ser retirado de los micrófonos fue el periodista y conductor Leonardo Schwebel, titular de “Pulso Informativo” y a quien simplemente le notificaron de su salida en septiembre de 2006.

Tras la salida de Schwebel, quedaron al frente de los espacios informativos las conductoras Mafalda Wario y Belén Zapata. Después de estos reacomodos de la emisora, se integró al equipo el experimentado periodista Pedro Mellado, quien meses más tarde, también súbitamente salió del aire.

Para conocer a fondo las razones de los (inexplicados) cambios de los últimos dos años en los noticieros del Grupo Promomedios, en Quid nos dimos a la tarea de buscar a Belén Zapata en su actual calidad de conductora del informativo matutino de Pulso Informativo y al periodista Pedro Mellado. La idea era platicar con ellos para conocer sus posturas sobre los cambios en la estación de radio 91.5. Nos preguntábamos: ¿por qué son tan poco transparentes estas salidas? ¿Cuál es la postura oficial de la radiodifusora? ¿Cuál ha sido el impacto de estas decisiones en su auditorio? El resultado fue que no obtuvimos ninguna respuesta de estos dos periodistas.

Esta misma situación, aunque con distintas variantes, se repitió con Leonardo Schwebel, quien después de su salida de “Pulso Informativo” se incorporó a las filas de Radio Universidad de Guadalajara. Además de conducir el noticiario matutino, llamado “Desde el epicentro de la información”, fue nombrado Director de Información de Medios UdeG. En lo general, todo marchaba a la perfección con el trabajo de este periodista, pero dentro de la  Universidad de Guadalajara se desató un conflicto interno que llevó a la destitución de Carlos Jorge Briseño Torres en su calidad de rector, y como consecuencia, al ser identificado Schwebel con el ahora ex rector, fue cesado de sus funciones como periodista. Leonardo Schwebel fue relevado durante algunos días por el conductor Sergio Bross, para después quedar con el puesto Sergio Galindo (quien hasta el cierre de esta edición seguía como titular del espacio). De la misma forma como buscamos a Zapata y a Mellado, establecimos vías de comunicación con Schwebel, quien aceptó ser entrevistado vía correo electrónico. Sin embargo de forma inexplicable nos denegó la posibilidad de publicar sus respuestas.

Otro periodista que también salió del aire de la Frecuencia Modulada fue Javier Solórzano, quien luego de una serie de intermitentes apariciones en la estación Máxima (89.1 FM), su programa, Radio Trece Noticias que se transmite desde el Distrito Federal, desapareció inexplicablemente del aire. En este tercer caso, también nos dimos a la tarea de establecer contacto con Alejandro Tavares López, director de esta estación tapatía. Luego de varios días de gestión, finalmente la secretaria del director tomó la llamada de Quid; al explicarle que buscábamos  a Tavares y desde el Iteso para una entrevista, nos preguntó que si era para fines comerciales; al responderle que no, fue tajante al decir que no tenían tiempo para atendernos.

 

Epílogo: La poca transparencia de las estaciones de radio

Muchas de las posturas y decisiones de las empresas mediáticas son un enigma y poco transparentes, particularmente en lo que respecta a las salidas de sus conductores. En el caso de Guadalajara, hemos observado que durante 2008, por diferentes circunstancias algunos periodistas han dejado sus espacios informativos.

De la poca información que hemos obtenido, tanto de las estaciones de radio como de los propios periodistas, en Quid podemos suponer hay tres motivos por los cuales han llegado a su fin estos proyectos informativos: por conflictos de corte político (con el término de relaciones de poder y destituciones de cargos de alta jerarquía en el entorno noticioso); por cuestiones del ámbito comercial que afectan los intereses de los consorcios mediáticos; o simplemente por el finiquito de una relación laboral.

Y mientras tanto, los radioescuchas se seguirán haciendo la pregunta: ¿Y en qué estación quedó mi conductor?

 

 

 

[1] Estudiante y próximamente graduada de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad ITESO. Perfeccionista de nacimiento, clara y franca de corazón, pero ñoña y “matadita” desde lo más profundo de su ser. Apasionada a más no poder de la lucha libre y a lo que investigación se refiere. Ágil y dedicada al pasar extensas bases de datos.

[2] Carmen Aristegui deja intempestivamente W radio” [www.cnnexpansion.com/actualidad/2008/01/04/carmen-aristegui-deja-w-radio]