Presentación

El cuarto informe sobre Medios de Comunicación y Derecho a la Información en Jalisco (2011), cumple con una actividad editorial que desde hace casi un lustro se ha convertido en uno de los proyectos más importantes de “Quid ITESO: análisis crítico de medios”. Es una actividad editorial y académica que está pensada para realizarse cada doce meses, como una suerte de “libro del año” de la comunicación en Jalisco. Como bien lo planteamos en el primer informe, la idea que nos motiva a publicar un texto de estas características es documentar el presente, las coyunturas y el día a día que va moldeando el sistema de comunicación del estado.

La comunicación, desde cualquiera de sus dimensiones (política, económica, cultural, social, tecnológica, jurídica), es un tema que está presente en la vida cotidiana de las sociedades modernas, pues a través de ella surgen posibilidades de organización y desarrollo. En un plano global esto se pudo verificar fehacientemente (aunque claro, hace falta mucha reflexión e investigación al respecto), en lo que en 2011 se conoció como “la primavera árabe” y las revueltas juveniles del mundo occidental, que fueron una serie de movimientos sociales, protagonizados en su mayoría por jóvenes, en los que hubo dos constantes: el uso de ciertas tecnologías de la información que popularmente se les llama redes sociales (pero habría que buscarles un nombre más adecuado, como podría ser, provisionalmente, “comunidades virtuales”), para comunicarse entre sí y lograr una organización social que trascendió el tiempo y el espacio; la segunda constante es que estos movimientos buscaban la ampliación de sus derechos políticos y económicos en el marco de un mundo capitalista que ha vivido algunas de las peores crisis económicas de la historia.

En el plano nacional fueron dos los temas más relevantes de la agenda que busca documentar Quid ITESO. El primero de ellos tiene que ver con la estrategia de comunicación que durante 2011 impulsó el Gobierno Federal. Desde que Felipe Calderón, presidente mexicano, comenzó a desarrollar su estrategia de lucha (guerra, dijo al principio de su sexenio) contra el crimen organizado, la comunicación tomó un lugar preponderante. Pareciera, incluso, que para este gobierno fue más importante la comunicación, que la inteligencia o la investigación. Por ello, 2011 fue un año de gran dispendio en productos comunicativos que crearan la imagen de que el Gobierno Federal estaba haciendo un buen trabajo: cada vez que capturó a un capo de alto nivel, lo anunció con bombo y platillo en los medios electrónicos a través de noticias y de spots (esto ocurría, sin que el presunto criminal hubiera sido juzgado ante un tribunal); también vimos al presidente Calderón como conductor de un programa televisivo de viajes, en donde aseguraba que México era un lugar apacible para turistear (The Royal Tour). Y uno de los elementos medulares de esta estrategia fue la producción de una serie de televisión llamada “El Equipo”, en donde los protagonistas son policías federales que luchan en contra de los criminales. Esta coyuntura está documentada en nuestro informe por Luis Morales, quien se encarga de poner en perspectiva crítica la realización de esta serie y la contextualiza en la complicada trama de seguridad pública de nuestro país.

Por otro lado, lo que se ha denominado como la “guerra de las telecomunicaciones”, fue un tema que robó la atención en la agenda pública nacional. Ya desde 2010 se habían dado algunas escaramuzas entre los grandes inversionistas de la comunicación y las telecomunicaciones en México (Grupo Carso, Televisa y Televisión Azteca), sin embargo, en 2011 la confrontación vivió episodios relevantes para la historia mexicana. Esta guerra también está documentada en un artículo escrito por Juan Larrosa, en donde enfatiza que el resultado de esta disputa estructurará el entramado comunicativo del Estado mexicano durante las siguientes décadas.

El informe 2011 de Quid ITESO está estructurado en seis partes. En la primera, denominada como “Transparencia y derecho a la información en Jalisco”, presentamos un artículo de Cristina Romo, en el que sintetiza cómo fue que en diciembre de 2011, el Congreso y el Gobierno del estado, en franca colusión, se organizaron para aprobar la “Ley de Información Pública de Jalisco y sus Municipios”, en sustitución de la anterior ley de transparencia. La ley no fue discutida por los legisladores, mucho menos por los ciudadanos y fue aprobada como un intercambio de favores entre estos poderes. Más allá de las formas, la nueva ley es regresiva y lesiona seriamente los derechos humanos de los jaliscienses. Abrimos con este artículo porque la aprobación de esta ley constituyó uno de los retrocesos democráticos más importantes los últimos años.

En el tema de la libertad de expresión las cosas no fueron tan bien en la Perla Tapatía. En marzo y durante los siguientes meses, varios periodistas (hombres y mujeres), denunciaron el acoso y amenazas de Alberto Jiménez Martínez, conocido con el sobrenombre de “La Antena” y quien trabaja como operador político de varios funcionarios locales. Es un tema que no ha concluido y al que habrá que seguirle la pista. Quid ITESO solicitó a algunos de estos periodistas que escribirán un artículo al respecto, pero por distintas circunstancias, ajenas a la voluntad del observatorio, la documentación no fue llevada a cabo.

El segundo apartado del informe se titula “Medios de comunicación y periodismo en Jalisco” y conteniente cuatro artículos que se refieren a las transformaciones que sufrió el sistema de medios durante 2011. En el primero, Fabián Ramírez Flores documenta algunos de los cambios de la prensa local, como la desaparición del periódico Ocho Columnas, el cambio de nombre del rotativo Público Milenio a Milenio Jalisco o la reestructuración periodística que vivió El Informador. José Enrique Acevez, por su parte, presenta un interesante artículo sobre los Juegos Panamericanos, vistos desde la perspectiva de la comunicación: ¿cómo se organizaron las transmisiones televisivas de esta justa deportiva? ¿Cuántos periodistas cubrieron los Juegos? ¿Cuántos recursos se gastaron en esta producción? Estas y otras más, son algunas de las preguntas que dan forma al texto.

Perla Blas aporta el artículo “Las condiciones laborales de los periodistas en Guadalajara”, en el que describe, a través de una serie de entrevistas a reporteros tapatíos y jóvenes, cuáles son las características de la vida laboral de algunos de ellos. El artículo no muestra una realidad esperanzadora, por el contrario, se observa una pauperización de las condiciones laborales de estos trabajadores. Y en el siguiente artículo, Blas, en mancuerna con Esteban Contreras, se mete en las profundidades de los periódicos policiales y entrega “Prensa roja: un mercado opaco y poco ético”, una buena descripción del desarrollo de este tipo de publicaciones en la ciudad.

El tercer momento del informe versa sobre la “Economía política de los medios de comunicación y las industrias culturales en Jalisco” y contiene tres artículos que buscan desenmarañar algunas de las relaciones de poder en el desarrollo económico de la comunicación de nuestra entidad y del mundo. Esteban Contreras, en el primer artículo de esta sección, generó el texto “La música: Industria cultural en transformación” en donde demuestra las transformaciones de la economía de la industria musical, a propósito del paulatino pero insoslayable cierre de tiendas en las que se venden discos en la ciudad.

“Cuando la propaganda se disfraza de periodismo” es un artículo firmado por Fabián Ramírez y fruto de más de 18 meses de trabajo de investigación. Ramírez, a partir de peticiones de información a ayuntamientos metropolitanos y al gobierno del estado, comprueba la mercantilización del trabajo periodístico de varias empresas de radio, televisión y prensa en la ciudad, que ofrecen a sus radioescuchas, televidentes o lectores, publicidad política en formato de notas periodísticas.

En el siguiente artículo, Darwin Franco Migues despliega un valioso documento nombrado “El Foro Mundial de ¿medios públicos?”, en el que por un lado narra las actividades más importantes de este evento organizado por el Sistema Jalisciense de Radio y Televisión, pero que por el otro pone una mirada crítica al concepto y sistema de medios públicos de nuestro país y de Jalisco.

En el penúltimo apartado, llamado “Los que se fueron”, el prestigiado periodista Felipe Cobián presenta una breve pero emotiva nota biográfica de su colega Víctor Wario Romo, fallecido en 2011 y a quien se le recuerda con cariño y admiración entre el gremio de reporteros.

Pero además de documentar las coyunturas de este sistema de comunicación, en el observatorio de medios del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO también hacemos otras actividades. Una de ellas es la investigación académica. A lo largo de estos cuatro años nos hemos concentrado en el estudio del sistema de comunicación de Guadalajara y de México desde cuatro perspectivas distintas: el análisis histórico estructural, indagaciones sobre economía política, estudio de las relaciones entre medios de comunicación y la política y el análisis de contenido de algunos de los mensajes que circulan a través de este sistema. Por ello, en el informe Medios de Comunicación y Derecho a la Información en Jalisco (2011) les presentamos el artículo “Medio ambiente y medios: análisis de contenido de cinco periódicos mexicanos”, elaborado por Nalleli Gómez Gutiérrez. Este texto es muy importante para el observatorio de medios, pues es resultado de una investigación que durante dos años llevamos a cabo entre investigadores del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de Guadalajara y de “Quid ITESO: análisis crítico de medios”. Es importante porque permitió un trabajo de investigación interdisciplinario que tendrá como frutos no nada más textos académicos que se publicarán en este informe y en otros espacios, también servirá como base empírica para la elaboración de procesos de formación encaminados a desarrollar críticamente la dicotomía comunicación / educación-ambiental en nuestro país.

La presentación del informe sobre Medios de Comunicación y Derecho a la Información en Jalisco (2011) coincidirá con la celebración de los primeros cinco años del observatorio de medios “Quid ITESO: análisis crítico de medios”. El trabajo en este espacio universitario fue un reto apasionante desde el principio y los resultados luego de este primer lustro son halagüeños y presagian un buen futuro. Magdalena Sofía Paláu Cardona, Graciela Bernal Loaiza y Cecilia Cervantes Barba son tres profesoras que han sido parte fundamental en la concepción, planeación y operación de este equipo de trabajo, que desde su inicio buscó analizar críticamente a los medios de comunicación de nuestra ciudad.

Además queremos agradecer a todos aquellos que dentro de la universidad nos han apoyado. El Departamento de Estudios Socioculturales, especialmente a partir de la incorporación de Alfonso Hernández Barba, ha dado confianza e impulso a Quid. También saludamos el apoyo de Carlos Ruiz Sahagún, coordinador de Proyectos de Aplicación Profesional de la Dirección General Académica, así como el de Humberto Orozco Barba, director de la Oficina de Comunicación Social de la Dirección de Relaciones Externas. Enrique Páez Agraz y Alma Reyes Perales, coordinadores de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en distintos momentos, también han sido parte de los animadores del observatorio. Profesores como Cristina Romo, Bernardo Masini y Sergio René de Dios Corona, han estado muy cerca de nosotros, trabajando directamente en muchas de las tareas cotidianas. Y por último, pero no por ello menos importante, agradecemos a más de sesenta alumnos de las carreras de Comunicación, Relaciones Internacionales y de Política y Gestión Pública, que han participado en Quid ITESO.

El cuarto informe sobre Medios de Comunicación y Derecho a la Información en Jalisco (2011) marca un momento muy especial de este observatorio de medios, un momento de consolidación institucional que permite generar nuevas apuestas hacia el futuro. Esperemos que el material que hoy presentamos sea de utilidad para los lectores, pero que sobre todo, aporte su grano de arena en la documentación y estudio de los sistemas de comunicación del mundo contemporáneo.

 

Juan Larrosa Fuentes
Coordinador general
ITESO, 2012