Medio ambiente y medios: análisis de contenido de cinco periódicos mexicanos

Nalleli Gabriela Gómez Gutiérrez

 

 

El artículo que a continuación presentamos es fruto de un trabajo de investigación que se llevó a cabo a lo largo de 18 meses y desarrollado por un equipo multidisciplinar. En los primeros meses de 2010, los académicos Javier Reyes y Elba Castro se acercaron a “Quid: análisis crítico de medios”, con la iniciativa de desarrollar una investigación en la que se pudiera medir o retratar, cómo es que los medios de comunicación masiva abordan los temas de medio ambiente y cambio climático. Reyes y Castro, coordinadores de la Maestría en Educación Ambiental de la Universidad de Guadalajara, mostraron un gran interés en este tema por dos razones: la primera era que necesitaban datos e información para el desarrollo de sus proyectos de intervención educativa (que forzosamente pasan por el uso de la comunicación o en la formación de audiencias críticas que consuman información medioambiental en éstos) y la segunda fue más bien pragmática: existen muy pocas investigaciones que aborden este tema en nuestro país.

Con estos antecedentes se pudo concretar una alianza de trabajo entre los investigadores de la Maestría en Educación Ambiental de la Universidad de Guadalajara, y los de Quid, el observatorio de medios del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO, a través del proyecto denominado: “Análisis de la producción comunicativa sobre cambio climático”. La investigación fue dirigida, en la parte medioambiental por Javier Reyes y Elba Castro y en la parte comunicacional por Juan Larrosa. El equipo de investigación, además, estuvo integrado por Nalleli Gabriela Gómez, Sofía Monroy, Mariana Reyes y Ana Álvarez.

Este proyecto de mancuerna académica entre las dos universidades ha sido muy próspero, pues una vez terminado el trabajo de campo, los resultados se han presentado en diversos congresos, y además se han preparado varios artículos que ya han sido publicado o están en vías de ser publicados. A continuación se presenta un texto preparado desde el Observatorio de Medios, en donde se publican los resultados más relevantes de esta investigación.

 

Contexto histórico: el surgimiento de la prensa verde

Los medios descubrieron el tema “medio ambiente” al final de la década de los sesenta. Rubin y Sachs, en Estados Unidos, fueron de los primeros estudiosos en analizar lo que ellos denominaron “la explosión de información ambiental”. El medio ambiente se manifestó de modo tal y requirió de tanta atención que en la prensa comenzaron a aparecer reporteros, columnas y secciones ambientales. El derrame de petróleo en Santa Bárbara (California) en 1969 y la primera celebración del Día de la Tierra en 1970 fueron dos eventos con cobertura mediática sin precedentes.[1]

El New York Times transformó al Jefe de la Oficina de Los Ángeles en escritor ambiental a nivel nacional, al mismo tiempo que le dedicó cada vez más espacio al tema, aumentando el número de artículos y columnas, como hicieron otras publicaciones importantes estadounidenses como el San Francisco Chronicle, y las revistas Life, Time, y National Geographic. El interés por el medio ambiente estuvo en su máxima expresión a mediados de los años setenta. En Brasil empezó el interés cuando los primeros ambientalistas del país alzaron su voz por la Selva Amazonas. La revista brasileña Realidade publicó una edición especial sobre la selva con una circulación de 700 mil ejemplares.[2]

Una vez entrados los años ochenta, el interés a nivel mundial bajó, provocando que varios periódicos cortaran o disminuyeran el tema en sus publicaciones. Sin embargo, el incremento del conocimiento científico, la globalización de los problemas ambientales y los desastres ecológicos que ocurrieron de los setenta a inicios de los noventa, fueron sucesos que mantuvieron un interés mediático regular en el tema.

A mediados y finales de los ochenta la cobertura de temas ambientales experimentó un nuevo boom. En los medios británicos el interés se vio influenciado por el accidente nuclear en Chernóbil, así como por el discurso verde de Margaret Thatcher. En Brasil hubo eventos en torno al Amazonas que atrajeron la atención de los medios, los cuales se relacionaban con la información e imágenes satelitales que publicó el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE por sus siglas en portugués) sobre la degradación de la selva. En 1988 asesinaron a Chico Mendes, un protector del Amazonas, lo que generó un aumento en la preocupación pública brasileña y mundial por los problemas ambientales, haciendo del Amazonas y su tala un tema de gran relevancia. Estos hechos dieron la pauta para que los medios brasileños entendieran que los problemas ambientales podían ser minas de oro redituables. Periódicos, canales de televisión y revistas publicaron estos temas. Se realizaron documentales y coberturas especiales.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) observó el interés brasileño y mundial durante estos años, por lo que organizó una Conferencia del Medio Ambiente. Esta Conferencia llevada a cabo en Estocolmo se hizo presente al adoptar el primer plan global sobre medio ambiente. A su vez ayudó a que se formaran el Programa Ambiental de las Naciones Unidas y la Comisión Mundial de Desarrollo y Medio Ambiente. La Comisión, coordinada por la Primera Ministra noruega Gro Harlem Brundtland, produjo en 1987 el documento Nuestro Futuro en Común o El Reporte Brundtland, que refería a los problemas ambientales más urgentes y apuntaba a la necesidad de tomar un plan de acción para todo el planeta. Desde el Reporte Brundtland el tema económico jugó un papel cada vez mayor en la discusión medioambiental. El Reporte ayudó a introducir el concepto de desarrollo sustentable y todas sus implicaciones.

Este nuevo periodo de interés culminó con la decisión, que se hizo pública en 1990, de situar la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU en Río de Janeiro, Brasil. Los diarios brasileños más importantes aumentaron el espacio dado a notas ambientales mientras se acercaba el evento, localizándolas en secciones nacionales, locales o de ciencia. Algunos incluso agregaron secciones periódicas. Pero a finales de los noventa los espacios en relación al tema ambiental comenzaron a reducirse. Queda como pendiente hacer un recuento de cómo se ha manejado este tema en la primera década del siglo XXI. Parte de los objetivos del presente artículo, es generar información sobre este gran tema.

 

La investigación: el medio ambiente en la prensa de México

A continuación se presenta un reporte del análisis de contenido sobre temas de medios ambiente y cambio climático en cinco periódicos de circulación nacional. Como ya se mencionó en la introducción de este artículo, el equipo de investigación tuvo un carácter multidisciplinario, integrado por especialistas en medio ambiente de la Universidad de Guadalajara y por estudiosos de los medios de comunicación del ITESO.

El cambio climático es un fenómeno que implica la alteración significativa del clima a escala global por una excesiva emisión de gases invernadero. Esto, por ende, afectará el comportamiento de los fenómenos meteorológicos, lo que a su vez repercutirá en los distintos ecosistemas mundiales. Por tratarse de un problema a escala mundial, el calentamiento global requiere que el periodismo explique las complejas interacciones entre los procesos climáticos, ambientales, económicos, políticos, sociales y técnicos.[3]

Dada la magnitud y alcance de los sucesos medioambientales y los relacionados con el cambio climático, la comunicación de esta información es pertinente para todos los ciudadanos del planeta. Y su relevancia se magnifica cuando esta información se da en países como México, aún en vías de desarrollo, donde ambos temas deben propagarse constantemente en distintos medios de comunicación (no sólo en prensa, aunque ésta tenga una gran notabilidad al suponer ser actual y veraz) y producirse para distintas audiencias, para que la sociedad, en distintos niveles económicos, de educación y edad, se entere sobre lo que acontece en función de tomar acciones concretas.

El acceso a la información es un tema de relevancia nacional, ya que el compromiso ambiental recae en todos, aunque el protagonismo lo tengan los medios y los funcionarios públicos. Por ello es que se tomó como objeto de estudio a la prensa mexicana. Resulta pertinente revisar si el periodismo nacional incluye estos temas en su agenda, dada la responsabilidad que tiene al ser comunicador de esta clase de información.

Los periódicos, con sus agendas, ayudan a crear agendas propias en las audiencias, por lo que es importante saber si en el caso México los diarios le están dando espacio al medio ambiente y ayudando así a crear una opinión pública de conciencia ambiental en el país. Este artículo pretende mostrar de qué manera se están comportando los diarios nacionales y crear hipótesis en relación a esto. ¿Son el medio ambiente y el cambio climático temas importantes para las empresas periodísticas?

 

Metodología

Como ya se ha establecido, esta investigación es un análisis de contenido a cinco periódicos de circulación nacional en México. El trabajo se concentró en analizar las notas que los diarios publicaron los días previos y posteriores al Día mundial del medio ambiente, para observar qué informaron, la cantidad de espacio que le otorgaron al tema y qué características periodísticas tuvo esta cobertura.

 

El universo y la muestra

Como universo para esta investigación se consideraron periódicos de circulación nacional en México, con el fin de cubrir los medios que comunican en diversas partes del país. Se realizó un monitoreo diario en los periódicos El Universal, Excélsior, La Jornada, Milenio y Reforma, durante el periodo que abarca del 25 de mayo al 16 de junio de 2010. Fue un total de 23 días, con el cual se buscó cubrir el comportamiento de estos diarios alrededor del Día mundial del medio ambiente, que cada año se conmemora el 5 de junio.

 

La unidad de análisis

La unidad de análisis fue cada nota de los diarios revisados para cubrir de manera específica cantidad y contenido. Se consideraron todos los tipos de notas periodísticas, que van desde la informativa, la entrevista y la crónica, hasta la fotografía, el infográfico, la caricatura y el reportaje, siempre y cuando cubrieran temas relacionados con el medio ambiente o se mencionara literalmente al cambio climático o a algún sinónimo de éste. Se trató de abarcar información relacionada con el medio ambiente y el cambio climático, sin importar el carácter de ésta, por lo que se incluyó tanto textos como imágenes.

 

Las categorías y criterios de contenido

El equipo de investigación diseñó las siguientes variables, que fueron recogidas a través de una hoja de codificación: fuente, ubicación, página, tamaño, sección, tipo de información, nivel, origen y autor que escribe la nota. Además, la hoja de codificación tenía un apartado para contabilizar a los actores que aparecían en las notas, su sexo y su cargo, y a las instituciones que eran mencionadas.

En el proceso fueron necesarios algunos cambios en distintas opciones de respuesta de varias categorías, así como una redefinición de los temas y subtemas a considerar, por lo que se acotaron sus definiciones para hacerlos exclusivos. Se estableció un sistema de cuantificación de nivel nominal, es decir, uno que mide la frecuencia de incidencia de las unidades en cada categoría. La hoja de observación incluyó el registro de los temas y subtemas a considerar en las unidades de análisis revisadas (Véase Tabla 1).

El vaciado de datos

Cada una de las notas se codificó en la hoja diseñada. Las hojas codificadas se vaciaron a una base de datos en el programa Excel. Finalmente, a través de este mismo software se crearon tablas de frecuencia simple y cruzadas, así como gráficas, para obtener estadísticas generales y particulares de los temas.

 

Resultados y análisis

Una vez sistematizadas todas las unidades se procedió a realizar el análisis de los resultados arrojados por el sistema. Se hicieron interpretaciones de acuerdo a la forma, contenido y contexto de la agenda noticiosa ambiental del país, para conocer cómo es que la prensa está cubriendo el tema del medio ambiente y el cambio climático, y qué nos indica esto sobre el sistema que posibilita a estos medios.

 

Resultados de investigación

Como preámbulo para la presentación de resultados, vale la pena hacer dos notas aclaratorias: la muestra de periódicos que se utilizó en esta investigación giró en torno al Día mundial del medio ambiente, lo que muy probablemente aumentó el número de notas que normalmente aparecen en la prensa de circulación nacional. Y por otro lado, durante estos días hubo un derrame petrolero en el Golfo de México de grandes magnitudes, tema que también afectó significativamente la muestra, pues disparó el número de notas medio ambientales.

Una vez hechas las aclaraciones, podemos señalar que en toda la muestra de periódicos monitoreados encontramos un total de mil 621 notas (entre textos, fotografías e infográficos). El periódico que más notas de medio ambiente publicó durante el periodo revisado fue Excélsior, con un total de 533 apariciones. Con una diferencia de 41 notas le siguió Reforma y luego El Universal con 346 notas. Los periódicos que menos publicaron fueron Milenio con 177 notas y La Jornada con 73.

Al hacer la acotación de las variables al tema cambio climático nos encontramos con una tendencia similar a la del medio ambiente. Se hizo evidente que el tema es aún desconocido para la prensa de México. Se habla de él, pero poco, y las variables indican que hay ciertos niveles de información relacionada al fenómeno que no cubren los diarios. Tan sólo se encontraron 104 notas relacionadas con el cambio climático en toda la muestra. Esto significa que se hicieron 4.5 notas por día entre los cinco periódicos.

Del total de notas sobre cambio climático, el periódico Reforma casi dobló en cantidad a los demás diarios, teniendo 48 de ellas. El segundo en mostrar el tema fue El Universal con 23 notas, aunque se quedó cerca de Excélsior que publicó 22. La presencia de La Jornada se reduce a siete, dejando a Milenio con sólo cuatro notas. (Ver Gráfico 2).

 

Frecuencia de aparición de notas por día

La cantidad de notas por día revela que hay cierta estabilidad en la producción noticiosa, dando un promedio de 70 notas diarias entre los cinco periódicos. Se observa un incremento en el número de notas el Día mundial del medio ambiente incluso un aumento de las mismas al día siguiente. Esto contrasta el 25 de mayo, día que tiene sólo 19 notas en total.

Al hacer la acotación a cambio climático sí se observa un incremento en la cantidad de publicaciones el Día mundial del medio ambiente triplicándose de 4 a 14; sin embargo el 11 de junio también se encontraron 14 notas, y el 28 y 29 de mayo, 11 y 10 respectivamente, por lo que la cantidad encontrada el 5 de junio no sobresale de los tres días mencionados. Los demás días del periodo dividen las publicaciones sin mayor énfasis en alguna fecha. En general el tema cambio climático tiene poca presencia, aún en fechas importantes.

 

Ubicación de las notas dentro del cuerpo del periódico

La ubicación demuestra el bajo protagonismo del tema dentro del periódico, ya que 75% de las notas (1,215) se encuentra en interiores, mientras que sólo 25% restante (406) tiene alguna relación con alguna primera plana: 14 notas en primera plana, 56 notas en primera plana e interiores, 232 notas en primera plana de sección y 104 notas en primera plana de sección e interiores (Ver Gráfico 5).

Al revisar dónde estaban ubicadas las notas sobre cambio climático, la base arrojó que la mayoría de ellas también se encontraban en los interiores de los diarios. 89 de 104 notas (85%) se registraron así. Esto contrasta con las ocho publicaciones (8%) encontradas en la primera plana de sección, cinco (5%) en la primera plana de sección e interiores, y dos (2%) en primera plana e interiores. En general hay poca presencia de los temas en las primeras planas.

 

Ubicación de las notas por página

Aunque no con gran desigualdad, se da preferencia a la página par sobre la non en el tema. De la muestra total de medio ambiente son 879 notas (54%) en página par contra 687 (42%) en non. Son 55 (4%) las notas que abarcan las dos páginas. De las 104 notas sobre cambio climático, 62 (60%) está en una página par. A 30 (36%) se les encuentra sólo en página non. Y cuatro notas (4%) ocupan las dos páginas. Cabe recordar que la página non es importante en periodismo, porque el cerebro del lector le da más importancia a la parte derecha del diario (página non) y es lo primero que ve.

 

Tamaño de las notas

El tamaño de las notas llega a ser un indicador de qué tan informativa, profunda o completa es la información presentada. El tamaño es importante por tratarse de una manera visual de llamar la atención del lector.

El gráfico 6 muestra que la mayoría de las notas tiene el menor tamaño posible, que es menor a un cuarto de plana. Un total de 1,089 notas (67%) entra en esta categoría. Le sigue un cuarto de plana con 369 notas (23%) de ese tamaño. La información con tamaño de media plana equivale a 137 notas, mientras que hay 24 de una plana y sólo dos notas de dos planas o más.

En relación al cambio climático, de las 104 publicaciones 60% de ellas tienen el tamaño de menos de un cuarto de plana. Son 63 las notas en esta categoría, a diferencia de las dos con una plana completa. El 30% de las notas (31) mide lo de un cuarto de plana, un tamaño un tanto considerable para la cantidad de publicaciones que llega a tener un periódico, pero que indica que el espacio que se le da al tema es muy pequeño. Se está hablando de que 90% de las notas mide lo que un cuarto de plana o menos. Las publicaciones de media plana sólo fueron ocho.

 

Tipo de información

La nota informativa es la que predomina. 811 notas sobre medio ambiente de 1,621 fueron meramente informativas. Le siguieron las fotografías con 615, pero debe tomarse en cuenta que la mayoría de estas fotos acompañaban a la nota informativa, o bien, aparecieron por los criterios editoriales que algunos de los periódicos tienen sobre la cantidad de fotografías que deben publicar diariamente. En tercer lugar se encontró la infografía, con 71 notas. Hubo sólo 80 notas de mayor profundidad repartidas en 54 de opinión y 26 reportajes. Esto indica que existe una mala comunicación del tema; no hay análisis por parte de los reporteros ni de la redacción.

En relación al cambio climático, la tendencia sobre el tipo de información es la misma que con el medio ambiente. Predominan la nota informativa y la fotográfica. De este modo 52 de 104 notas son de tipo informativas y 32 son fotografías. Los demás niveles tienen poco o nulo protagonismo. Esto nos habla también del poco análisis que se le imprime a la nota de cambio climático. La siguiente gráfica habla al respecto.

 

Niveles de la información

Los niveles de información de las notas revisadas marcan claramente que la clase de información que se privilegia es la de contenido internacional. Esta categoría se encuentra en primer lugar con 42% respecto del total, teniendo 688 notas. En segundo lugar está el nivel nacional con 352 notas, 22% del total; siguiéndole un reñido tercer lugar, el nivel local, con 21% de las notas (344). El 15% corresponde al nivel regional con 237 notas.

En el cambio climático se tuvo un resultado parecido, donde el nivel internacional estuvo al mando. Le siguió el nacional y un equilibrio entre el regional y el local. El nivel internacional tuvo 39 notas (38%), el nacional 28 (27%), el regional 20 (19%) y el local 17 (16%).

 

Origen de las notas

El origen de las notas nos confirma que la principal fuente en estos temas es la del reportero. Al parecer hay ciertos temas que se pueden cubrir por periodistas con relativa facilidad. De la muestra total, 840 notas fueron escritas por reporteros, lo que equivale 52% del total. El 30%, es decir 479 notas, fueron de agencia, mientras que 183 no especificaron su procedencia y 119 derivaron de la redacción.

En la acotación a cambio climático hubo una constante pues el reportero fue quien más información cubrió sobre este tema. Un equivalente al 68% (71 de las 104 notas) son de reportero. La agencia tiene 12 notas, un 11%, mientras que a la redacción le corresponden nueve, el 9%. 12% de las notas tienen un origen desconocido.

 

Autor de la información

La autoría demuestra como hay un bajo interés por parte de los periódicos por destinar a ciertos reporteros a especializarse en el tema medio ambiente, al igual que un desapego por parte de los mismos periodistas. Quienes tienen mayor frecuencia de aparición son las agencias, no los periodistas. El primer lugar lo tiene Agence France-Presse (AFP) con 128 menciones, el segundo Associated Press (AP) con 116, y el tercero Reuters. En el décimo lugar se encuentra el primer reportero con mayor frecuencia de aparición, Rafael Montes (del periódico El Universal), con 29 notas de su autoría. La diferencia en este apartado es que hay una gran cantidad de fuentes con pocas menciones; son más de 200 los autores que tienen sólo una nota publicada. Por esta situación la tabla de frecuencias se omite, pues es extremadamente larga, y la relevancia de cada nombre no es necesaria para el análisis.

En relación al cambio climático esta categoría dejó clara falta de interés y la dispersión de la información, ya que se encontraron más de 60 menciones de diferentes autores. Prevalece el reportero en primer lugar, sin hacer énfasis en que un solo periodista o un grupo de ellos se especializaran en esta cobertura. Destinar un conjunto de corresponsales a cada área ayuda a que el reportero obtenga mayor bagaje cultural, se familiarice con los conceptos y sucesos importantes, así como con las instituciones y actores relacionados.

 

Tema de las notas

El tema es un apartado muy importante, ya que éste revela qué tipo de jerarquía se le da al medio ambiente en el periódico, así como cuáles son las situaciones específicas de las que se informa en las notas.

El tema más mencionado fue el de Actividades Productivas con casi la mitad de la muestra, 740 notas. El segundo fue Recursos Naturales con 381 notas, el tercero fue Modelo de Desarrollo con 259, y en cuarto sitio Fenómenos Naturales con 136. Cambio Climático obtuvo el quinto lugar con 104 publicaciones, sólo 6% del total. El tema Legislación Ambiental tuvo una sola mención. Esto da cuenta que dentro del tema medio ambiente el cambio climático tiene una presencia marginal al igual que los tratamientos legales los cuales deberían tener conexión con el resto de los temas.

 

Subtemas de las notas

En este apartado también se observa fácilmente de qué manera el contexto, la exclusiva, la nota del momento afectan el comportamiento de los diarios. La categoría de Generación y uso de Energía pertenece al tema Actividades Productivas, y en nuestra muestra está relacionado con el tema del derrame de petróleo en el océano. Este subtema tiene 482 notas relacionadas, lo que representa el primer lugar y se lleva por más de 300 notas al subtema que le sigue, el de Biodiversidad, con 151 notas. Producción Industrial tiene 139 menciones, a diferencia de Turismo y Propuestas de Legislación Ambiental, los cuales sólo tienen una nota respectivamente.

En la muestra general el tema cambio climático quedó con poca relevancia, con sólo 6% del total de temas sobre medio ambiente. Es un porcentaje pequeño, por lo que resulta de gran importancia conocer qué es lo que se informa sobre este fenómeno.

Se encontró que 44% de las notas (46) habla sobre los tipos de soluciones propuestas. 27% (28) sobre eventos relacionados, 24% (25) sobre los impactos que genera el cambio climático, y 5% (5) sobre las causas que lo provocan. Estos datos son determinantes, ya que por el tipo de información que presentan refieren que hay un interés por solucionar o disminuir el cambio climático. Aunque resulta incoherente no encontrar notas que expliquen qué ocasiona el cambio de temperatura en el medio ambiente. Estos números indican que los periódicos nacionales no están informando a sus lectores sobre todas las partes que involucran al tema. Falta hacer conexiones con otras áreas de la vida del país.

 

Conclusiones

Esta investigación da una muestra de cómo se está conformando el tema del medio ambiente y del cambio climático en los periódicos mexicanos. La prensa nacional parece no querer incorporar el tema a su agenda, y no lo ubica en una realidad comprensible para el ciudadano común.

Los hallazgos encontrados con este análisis de contenido demuestran una indiferencia hacia los hechos relacionados con el medio ambiente y el cambio climático. Se puede interpretar que existe una gran posibilidad que los diarios mexicanos, o al menos los cinco revisados, informan sobre estos temas cuando necesitan satisfacer ciertas cuotas o cubrir áreas que los demás tópicos de interés no alcanzaron a llenar en los periódicos. Como si las empresas dueñas de estos diarios quisieran sentirse socialmente responsables por dar esos espacios al medio ambiente.

El medio ambiente y el cambio climático están rezagados en la prensa mexicana. Esto se observa cuando se revisa en dónde se colocan las notas y el tamaño físico que se les otorga. Ambos temas tienen poca presencia en las primeras planas, y se les encuentra prácticamente sólo en interiores, sin preferencia por la página non, en tamaños menores a la media plana.

El hecho de que un texto, una fotografía o cualquier tipo de información deban acoplarse a dimensiones de un cuarto de plana o menos, implica un espacio reducido para el desarrollo de un trabajo periodístico. Por ejemplo, el cambio climático tuvo 90% de sus notas del tamaño de un cuarto de plana o menos. En este caso Reforma fue quien más publicó el tema, pero hay que tomar en cuenta las características de sus publicaciones: 43 de sus 48 notas fueron muy pequeñas, menores al cuarto de plana. Y si bien se observó cierto equilibrio en el tema medio ambiente en cuanto a notas posicionadas en páginas pares y páginas nones, al acotar esto al cambio climático fue más notorio que no se le dio suficiente importancia al tema, ya que 60% de sus notas estuvieron en páginas pares.

Como revisamos en la primera parte de este artículo, el derrame de petróleo de Santa Bárbara en 1969 y la primera celebración del Día de la Tierra en 1970 fueron dos eventos con cobertura mediática muy alta.[4] Un caso similar apareció durante el periodo del monitoreo, donde el derrame de crudo de British Petroleum tuvo una presencia mediática prolongada, aunque con la contradicción de que el Día de la Tierra del año en cuestión (2010) no tuvo la atención esperada por los medios. Dicho esto podemos afirmar que los temas ambientales que más se están tocando son los que tienen que ver con desastres. De hecho Giannoulis, Botetzagias y Skanavis, hablan de la existencia de una cobertura noticiosa ambiental que podría clasificarse como reportaje de riesgos o periodismo de ciencia, o bien como parte de un rubro más general denominado comunicación ambiental.[5]

En torno al tipo de información que se publica, se encontró que predomina la nota informativa. Se desconoce qué criterios editoriales guían esta cobertura, pero parece ser que los periódicos se inclinan por la búsqueda de la nota rápida y barata. “Los críticos argumentan que la búsqueda de ingresos afecta adversamente la calidad de las noticias, arguyendo que se privilegia el aumento de los primeros a expensas de la calidad de las notas”.[6]

El hecho de encontrar tan pocos reportajes en el monitoreo nos dice que el tipo de información, sin opinión ni análisis, es una constante en relación al medio ambiente, lo que habla de la poca profundidad y seriedad que imprimen a la nota los periodistas mexicanos, y de la hiper estructuración en el modo de escribir y cubrir un evento de esta cualidad, tomando en cuenta que los datos indican que “las corporaciones no dudarían en sustituir la costosa investigación a profundidad del periodismo a cambio de una producción barata que sea rápida, más gráfica y con programas más superficiales”.[7]

Según Giannoulis, existe una tendencia entre los periodistas de presentar las noticias en un encuadre simple, lo que hace difícil que se logre representar lo multifacéticos e interconectados que están los temas ambientales.[8] Y el hecho de simplificar la información científica inevitablemente la distorsiona. Aunado a esta falta de análisis, parece ser que no hay equipos de investigación formales en los periódicos mexicanos, por eso la gran cantidad de autores en las notas revisadas durante la investigación, la nula especialización de los reporteros, y la relación entre los orígenes y los niveles de información de las notas, donde se encontró claramente cómo predomina la noticia internacional sobre las demás, y de qué manera se menosprecia lo local. Existe una correlación entre el nivel internacional y la agencia como origen de la información en el ámbito del medio ambiente. En el cambio climático hubo poca presencia de temas meramente locales, e incluso tres de los cinco periódicos (Excélsior, La Jornada y Milenio) se abstuvieron de publicar notas de este nivel.

En la investigación se encontró una relación entre los periódicos que tuvieron menos notas sobre medio ambiente y menos en cambio climático ya que resultaron ser los mismos: La Jornada y Milenio. Aunque es importante tomar en cuenta el formato físico de estos diarios, así como la cantidad de páginas que cada uno maneja por ejemplar en comparación con el resto de los periódicos, la cual es visiblemente menor. De cualquier modo, no es tan grande la diferencia entre los diarios que sí publicaron notas sobre cambio climático y los que publicaron menos, porque fueron relativamente muy pocas noticias relacionadas con el tema las que se encontraron en toda la muestra. Conjuntamente algunos periódicos no cubrieron notas sobre algunos subtemas del cambio climático. Esto indica que el tema no se cubre por completo y que se dejan de lado la profundidad y complejidad de la información.

De acuerdo con Reis, “la sustentabilidad, la economía creciente, el consumismo verde, la relación entre los países en desarrollo y los desarrollados, y la interdependencia entre pobreza y degradación ambiental son temas que en la actualidad se encuentran en donde quiera que se discutan asuntos ambientales”.[9] Pero, ¿por qué parece no suceder así en la prensa mexicana? La respuesta es sencilla, aunque posiblemente muy difícil de asimilar. Existe una mediatización de la política en la sociedad contemporánea, donde los medios se han vuelto un agente de control social en lugar de uno de cambio social en función de privilegiar los intereses de las corporaciones.[10] Es por esto que diversos “activistas y académicos de los medios masivos acusan a las corporaciones mediáticas de tener una postura pro industria al producir el contenido noticioso que fomenta el interés de las poderosas elites corporativas dueñas de los medios noticiosos”.[11]

Por lo tanto, la libertad editorial de los periodistas se encuentra en conflicto por la presión que sufren por parte de los dueños de los medios quienes piden que se embellezca o se refuerce la imagen de las compañías subsidiarias como una de ciudadanos corporativos responsables. De forma muy sutil y anónima se vio un ejemplo de esto durante la investigación, en la cual al inicio de la muestra se observa en todos los periódicos cómo refieren al desastre de petróleo como el de British Petroleum de Deepwater Horizon, después se acotó la información a hablar sólo de British Petroleum, hasta que al final de la muestra las referencias a esta nota hablaban simplemente del buque petrolero, absteniéndose de referir varias veces al nombre de la empresa. Sería necesario un estudio cualitativo mucho más detallado para comprobar si hubo la necesidad de querer aminorar el efecto negativo en la compañía petrolera. La pregunta sería específicamente por qué en el caso de ciertos periódicos se dio así y qué intereses y empresas fueron los que los motivaron.

Ahora pensemos en todas las implicaciones que estos argumentos tienen. ¿De qué manera afectan lo que la prensa comunica, y a su vez, lo que la audiencia termina por conocer? He aquí la gran relevancia de esta relación mediática. Herman, un estudioso del tema, documentó cómo los principales periódicos estadounidenses utilizan el término ciencia basura para referirse a la ciencia empleada por los ambientalistas, por los críticos de las corporaciones y por abogados que demandaban a las corporaciones. ¿Qué pasa entonces si en el contexto mexicano la prensa emite sus publicaciones valiéndose bastante de información proveniente de diversas agencias, principalmente estadounidenses, cuando ellas en su propio país no están presentando la información de forma profunda y completa?

Parte de la respuesta la encontramos en nuestros resultados. Es sumamente relevante ver de qué manera la investigación dejó en evidencia que en México los periódicos tratan de verse como socialmente responsables, cubriendo la cuota mínima de notas sobre medio ambiente. Como ya lo revisamos, se valen mucho de informar sobre desastres en el extranjero, lo que propicia cierto sentimiento de seguridad entre los lectores. Pero al informar de esta manera, ¿qué clase de seguridad se da realmente a los ciudadanos? El medio ambiente lo necesitamos todos, y los hechos que están ocurriendo en otros países (y en los océanos) sí tienen relación con lo que pasa en México.

Como ejemplo, podemos tomar el caso British Petroleum, donde encontramos notas que hablaban sobre el desastre ocurrido en el océano, y los perjuicios a la fauna y a la gente en la plataforma que explotó. En el tema de British Petroleum habría sido provechoso encontrarnos con publicaciones provocadas por el derrame pero que dedicaran la información a comunicar sobre cómo afecta realmente el petróleo al ecosistema en general, sobre notas que hablen de las legislaciones que urgen para este tipo de empleos y manejo de sus fábricas, sobre los intereses de qué empresas se involucraban por la mala publicidad recibida por el derrame, sobre los verdaderos asuntos políticos de por medio, incluso sobre discusiones científicas y económicas referentes a otros modelos de subsistencia que no se basen en combustibles fósiles, así como una infinidad de temas que se relacionan con lo ocurrido, y que en su momento no recibieron atención mediática alguna.

Es importante considerar diversos estudios donde se han realizado entrevistas a profundidad y encuestas a periodistas que reportan asuntos ambientales, en los que se expresa la preocupación de los reporteros por la proliferación de historias que se concentran en los problemas ambientales y en la contaminación, en lugar de trabajar para ayudar a los lectores a entender la creciente complejidad de los asuntos ambientales.[12] Los diarios no están haciendo este tipo de conexiones. De hecho, en el monitoreo vimos que en el cambio climático se habla un poco de las propuestas de soluciones al calentamiento, mas no de lo que ocasiona el fenómeno. Se ve como algo ajeno, algo que pasa en otro lugar, que los culpables viven en otro país, por lo que no corresponde ni a los diarios mexicanos informar sobre sus causas ni a los ciudadanos pedir ese contenido. Como si se tratara de una cómoda red de ignorancia, donde es mejor no saber nada sobre el asunto en vez de informarse y ocuparse al respecto.

Es importante dar cuenta de la gran responsabilidad que los periódicos tienen con la sociedad a la que informan con la actualidad y profundidad de sus comunicaciones, y hacer conciencia sobre cómo la cobertura que se le da a cierta información afecta la forma en que el público la recibe: estando poco informados, en este caso sobre las verdaderas causas y consecuencias del calentamiento global y del daño irreversible que hemos ocasionado al medio ambiente y a sus habitantes.

 

 

[1].  Raúl Reis, “Environmental News: Coverage of the Earth Summit by Brazilian Newspapers” en Science Communication, Monterey Bay: SAGE Publications, 1999, disponible en: http://scx.sagepub.com/content/21/2/137

[2]. Ibíd.

[3]. Tae-Hyun Kim, “Can Corporate Media Function as an Agent of Progressive Social Change?” Corporate Media and Global Warming, 2009, disponible en: www.allacademic.com/meta/p15202_index.html

[4]. Raúl Reis, Op. Cit.

[5]. Christos Giannoulis, Iosif Botetzagias y Constantina Skanavis, “Newspapers Reporters´Priorities and Beliefs About Environmental Journalism: An Application of Q-Methodology”, en Science Communication. Grecia: SAGE Publications, 2010, disponible en: http://scx.sagepub.com/content/32/4/425.full.pdf+html

[6]. Tae-Hyun Kim, Op. Cit.

[7]. Ibíd.

[8]. Christos Giannoulis, et. al., Op. Cit.

[9]. Raúl Reis, Op. Cit.

[10]. Véase: Neil Gavin, “Addressing climate change: a media perspective”, en Environmental Politics, vol. 18, no. 05, septiembre 2009, pp. 765-780, disponible en: http://informaworld.com

[11]. Tae-Hyun Kim, Op. Cit.

[12]. Christos Giannoulis, et. al., Op. Cit.