Cobertura en temas de medio ambiente y cambio climático en el periódico El Informador

Alejandra Topete Jiménez

 

Agosto de 2014–enero de 2015

La comunicación es algo propio del ser humano, considerada por muchos algo inherente a la misma humanidad, algo natural y necesario; por eso, los medios de comunicación e información pueden entenderse también como mecanismos necesarios en las sociedades para describir situaciones y problemas propios de nuestra realidad y, en algunos casos, plantear análisis que contribuyan a su discusión.

Los medios de comunicación permiten, en su esencia, establecer procesos de intercambio de conocimientos y debates de carácter social, por lo que se puede pensar que son espacios en los que cotidianamente encontraremos información sobre los temas más relevantes de los distintos momentos históricos.

Un asunto que ha sido tema de discusión durante los últimos años es el cambio climático pues se considera que este se originó por una relación decadente entre el ser humano y su medio ambiente; sin embargo, se debate que es difícil saber si realmente el cambio climático es causado por esta relación o sencillamente porque el ambiente es un “sistema que de por sí sufre todo tipo de fluctuaciones debidas a fenómenos naturales internos (erupciones volcánicas, por ejemplo) y externos (variaciones en la cantidad de energía emitida por el Sol, por ejemplo)” (Andrade, 2008).

Para esta investigación es de vital importancia descubrir con qué tinte se habla de cambio climático o si se habla siquiera de cambio climático en los distintos medios impresos del país. Es preciso definir primero qué es cambio climático. “Se entiende (como) un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante periodos comparables” (Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, 2010).

Esto afecta directamente las condiciones ambientales, de ecosistemas, la conservación de la biodiversidad así como también de los recursos que existen en el planeta; es decir, afecta de manera directa las condiciones de nuestro entorno y la manera en que este se comporta, y por lo tanto, afecta también la vida de las personas.

Debido a la importancia del tema pero también a la capacidad de incidencia que tienen los medios de comunicación sobre la opinión de las personas, el Observatorio Veracruzano de Medios (ObVio), con la colaboración de distintos observatorios del país, tomó la iniciativa de realizar una investigación a escala nacional sobre la cobertura que dan distintos periódicos locales a temas de medio ambiente y cambio climático.

Q ITESO: Análisis Crítico de Medios, se sumó a esta tarea y realizó el monitoreo y análisis de un periódico local de la zona metropolitana de Guadalajara, El Informador.

 

Metodología

La metodología fue desarrollada en el ObVio a partir de otra investigación que se llevó a cabo localmente en el estado de Veracruz. El objetivo general de esta investigación consistió en “analizar los temas que emite la prensa impresa (nacional) sobre el medio ambiente y sus principales problemas” (Observatorio Veracruzano de Medios, 2014).

Se determinaron distintas categorías para la observación y el análisis, las cuales se enfocaban en diversos aspectos con referente ambiental; en primer lugar, se definieron los temas generales a los que podían pertenecer las notas, los cuales se dividen en:

      • Fenómenos naturales.
      • Desastres industriales.
      • Desechos sólidos / basura.
      • Agua.
      • Deforestación o daños en cultivos agrícolas.
      • Riesgos ambientales.
      • Reconstrucción o rehabilitación ambiental.
      • Áreas naturales protegidas.
      • Desastres humanos.
      • Políticas ambientales.
      • Contaminación del aire.

De los anteriores temas se desprenden varias subcategorías o subtemas con la intención de precisar lo más posible el contenido de la nota al momento de sistematizarla.

Algunas otras variables fueron importantes al momento de revisar los contenidos, como el lugar en el que sucedían los hechos o el lugar en el que se redactaba la nota; los actores que estaban presentes y a los que se les daba voz, si había o no intervención de Protección Civil en el suceso o si se registraban pérdidas humanas, heridos o desaparecidos, y el número que se reportaba con respecto a estos. La ubicación de la nota se registraba sencillamente a partir de si se localizaba en primera plana o en los interiores del periódico.

Dos aspectos tenían que sistematizarse de manera textual: uno era el título de la nota y el segundo un párrafo en el que se hablara del cambio climático de manera directa, si es que existía tal situación en la redacción del artículo. Por último, se abría un espacio para recuperar las observaciones del o la codificadora si es que tenía alguna o si se percibía que la información antes recopilada no era suficiente para demostrar la intención o el contenido de la nota.

El seguimiento se realizó durante el segundo semestre de 2014 en varias ciudades de la república mexicana; las fechas fueron las mismas para todos los periódicos revisados y consistían en tres semanas naturales: del 15 al 21 de septiembre, del 20 al 26 de octubre y del 24 al 30 de noviembre. También existió una semana aleatoria compuesta por los siguientes días: lunes 3 de noviembre, martes 2 de septiembre, miércoles 15 de octubre, jueves 9 de octubre, viernes 26 de septiembre, sábado 22 de noviembre y domingo 9 de noviembre.

 

Resultados

Dentro del seguimiento específico de Q ITESO: Análisis Crítico de Medios, al periódico El Informador, el total de las notas registradas durante las cuatro semanas de monitoreo fue de 66, de las cuales solo 15%, es decir 10 de ellas, se encontraban en primera plana; los temas que más se destacaron fueron: fenómenos naturales (29), agua (10), deforestación o daños en cultivos agrícolas o de agricultura (8), desastres industriales (7) y riesgos ambientales (6). En la figura 11.1 se puede observar la distribución completa de las notas por tema.

Incluso, de las 10 notas que estuvieron en primera plana siete corresponden a fenómenos naturales, una a agua, una a deforestación y una a riesgos ambientales, lo que permite reconocer una cobertura bastante mayor por el tema de fenómenos naturales.

Como ya se mencionó, las distintas categorías se dividen a su vez en subtemas o subcategorías; en todas ellas hubo una subcategoría que se destacó de las demás, logrando de esta manera mostrar un panorama más detallado acerca de la información que se encontraba en las notas que más se repitieron durante el proceso. En el caso de fenómenos naturales, el subtema más frecuente fue el de huracanes o tormentas tropicales, con un total de 24 notas; en el caso del tema de agua se trató de la contaminación a ríos, arroyos, mantos freáticos o lagunas, con seis notas, y en el tema de deforestación o daños en cultivos agrícolas o de agricultura, el asunto más recurrido fue el de tala de árboles, también con seis notas.

 

Distribución de las notas

En septiembre fue la mayor actividad y la mayor cantidad de notas encontradas, con un total de 32; este número disminuyó en el mes de octubre a 22 notas y en el de noviembre a 12. Al recordar algunos de los sucesos más importantes en cuestión de medio ambiente que sucedieron en nuestro país durante los meses en los que se llevó a cabo la investigación, se puede hacer una relación a partir de los temas más cubiertos y los meses con mayor actividad de notas medioambientales en el periódico.

Por ejemplo, en el mes de septiembre se sufrieron en todo el país los daños causados por el huracán Odile, con especial énfasis en Baja California Sur pero con cobertura en toda la república, y por ser un fenómeno natural que afectó el turismo y que causó movilización en varios estados, es una situación de interés general de la cual pueden desprenderse una gran cantidad de notas. También en septiembre, pero en el plano local, se reportó la muerte de más de 80 toneladas de peces en la laguna de Cajititlán debido a la excesiva contaminación a causa del agua residual que allí se descarga.

En el mes de agosto se vivió el escándalo del derrame de 40,000 metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado en el arroyo Tinajas, municipio de Cananea, Sonora, provenientes de la minera Buenavista del Cobre, la que forma parte de Grupo México, y a pesar de que esto sucedió en el mes de agosto, que no fue parte de las semanas que se monitorearon, fue un tema que continuó siendo relevante algunas semanas más por lo que se encontraron en El Informador unas cuantas notas al respecto; esto ayuda a entender de alguna manera, junto a la situación del huracán Odile y de Cajititlán, por qué hubo mayor actividad de notas medioambientales durante el mes de septiembre con respecto a octubre y noviembre.

 

El lugar de los hechos

Otra de las variables que debían registrarse tenía que ver con el lugar donde suceden los hechos, aunque este aspecto no siempre se especifica en la redacción de las notas; en ocasiones esto se debe a que en una misma nota se tratan distintos temas o se generaliza alguna situación a varios municipios o estados. Por esto no siempre el lector puede saber con certeza dónde se están registrando los hechos que allí se mencionan.

Aun así, de manera clara y puntual, dentro de las 66 notas recuperadas sí se menciona a Cabo San Lucas como lugar de los hechos en seis de ellas, a la laguna de Cajititlán en cuatro y al río Sonora en otras cuatro. Esto no significa que no haya habido más notas referentes a estos sucesos.

El lugar donde suceden los hechos de la nota no es el mismo que el lugar en donde se origina la nota y de donde se extrae la mayor parte de la información, a pesar de que en el periódico El Informador la mayoría de las veces no se especifica el origen de la nota (30 notas no contaban con esta información), 18 de ellas se originaban en el Distrito Federal mientras que solo una está registrada en esa entidad como lugar en el que ocurren los hechos. Esto, aunque muy a grandes rasgos, nos da un panorama de la centralización de la información en la capital de nuestro país.

 

Actores

Es importante mencionar que tampoco se encuentran muchas notas, al menos en relación con este tema, en las que se le dé crédito al autor; la mayoría de ellas, un total de 47, aparece sin autor en el periódico, mientras que otras cuantas se le atribuyen a “agencias”. Solo tres de las 66 notas registradas fueron publicadas con el nombre de su autor.

Sin embargo, el autor de la nota no es el único que tiene voz dentro de ella pues a partir de la redacción y el uso del lenguaje se puede conocer el tinte y el tratamiento de los actores mencionados y del propio tema. Se mencionaba en los primeros párrafos que los asuntos de medio ambiente y cambio climático afectan de manera directa a las personas, y realmente no necesitamos que ningún experto nos diga que los huracanes, inundaciones, contaminación, etc., modifican la vida cotidiana, la rutina, la integridad y la salud de las personas que rodean estos sucesos.

A pesar de esto, en la mayoría de las notas los actores declarantes tenían que ver con el gobierno; en 48 de las 66 notas ocurrió que la voz se le dio al gobierno; 27 se la atribuyeron al gobierno federal, 16 al estatal y 5 al municipal. Solo cuatro de las 66 notas capturaron de manera protagónica la voz de los colonos o ciudadanos afectados o involucrados con el hecho.

Además, en seis notas se encontró algún tipo de expresión o manifestación por parte de grupos sociales con respecto a los sucesos de los que se habla; estas pueden ser o no las mismas que las cuatro antes mencionadas. En la figura 11.2 se muestra con mayor detalle quiénes fueron los actores declarantes de las notas.

 

Intervención de Protección Civil

Por último, a partir del formato preestablecido para el registro de información, era importante identificar si Protección Civil intervenía o no ante el problema que reportaba la nota; durante las cuatro semanas de monitoreo se localizó que en 20 de las 66 notas recolectadas existía alguna acción de Protección Civil, de las cuales 50%, es decir 10 notas, consistió en avisos o alertas climatológicas y 35% (siete notas) en atención a damnificados o evacuaciones.

De esas 20 notas en las que actuó Protección Civil, 15 tuvieron relación con el tema de fenómenos naturales, dos con desastres industriales, dos con riesgos ambientales y una de deforestación. A su vez, de la totalidad de las notas registradas, solo 10 reportan muertos, desaparecidos o heridos.

Es relevante en este punto destacar nuevamente que la información que se recolectó estaba basada únicamente en lo que se encontraba impreso en el periódico. No hay en la base de datos nada que sea producto de la interpretación de las personas que capturaron la información.

Sabemos que los medios solo presentan un versión de los hechos, la cual está definida por una gran cantidad de factores; por eso, aunque en las notas no se reporte que hubiera alguna acción determinada, no quiere decir que no haya sucedido, sino que en el momento en el que se redactó esa noticia el medio no contaba con información adicional o decidió no incluirla.

 

Conclusiones

El espacio que ocuparon las notas relacionadas con el medio ambiente y el cambio climático, así como la presencia de imágenes que aumentaran su impacto, no fueron relevantes al momento de diseñar los instrumentos de recopilación de la información para esta investigación; sin embargo, durante el proceso del monitoreo fue muy notorio que el espacio que se les destina a las notas con contenido de medio ambiente y cambio climático es en verdad muy poco y la calidad de la información que allí se encuentra es pobre y escasa en comparación con otros temas.

El tratamiento que se les da a las notas referidas al tema medioambiental es primordialmente oficial, un reporte breve en el que la voz principal la tienen las dependencias de gobierno y en realidad no se habla del cambio climático, salvo en algunas excepciones, como un problema latente que afecta la vida cotidiana de las personas.

En realidad no se tocan temas de medio ambiente en sí, sino que se redactan notas que tienen que ver con problemas de tipo político, cultural o social que de alguna manera tienen relación con el medio ambiente. Obviamente, cuando hay algún fenómeno natural se le da seguimiento y se reporta; pero aún en estas situaciones la relevancia es poca y en muchas ocasiones se intenta vincular con la política, no involucra a las personas ni promueve una cultura ecológica en general.

Queda esperar los resultados que hayan surgido de las investigaciones en otros estados para poder hacer una comparación entre ellas y lograr conclusiones mucho más detalladas y fundamentadas.

 

Referencias

Andrade, M. (2008). Mitos y verdades acerca del cambio climático en Bolivia. Revista Boliviana de Física, v.14, n.14, 3–3.

Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), 2010. Cambio climático en México, consultado en http://www.inecc.gob.mx/ el 5 de enero de 2014.

Observatorio Veracruzano de Medios, 2014. Seguimiento Medio Ambiente: Universidad Veracruzana.

Bases de datos de Q ITESO: Análisis Crítico de Medios, 2014.