Análisis de las elecciones en Jalisco del año 2015

Jorge Rocha

 

El 7 de junio de 2015 se renovaron en Jalisco 125 presidencias municipales, se eligieron 19 diputados federales de mayoría relativa y las 39 curules que conforman el Congreso Local (20 diputados de mayoría relativa y 19 de representación proporcional), esta elección es lo que comúnmente se suele llamar elección intermedia, ya que no se eligen ni al gobernador ni al presidente de la República. El presente texto es un análisis sobre los resultados que arrojaron estas elecciones y algunas de sus consecuencias frente al escenario político nacional que trata de mostrar algunos de los fenómenos más importantes que acontecieron en los comicios del año 2015 desde un enfoque sociopolítico.

 

Antecedentes de las últimas elecciones

En los comicios del año 2009, que también fueron elecciones intermedias, se dieron tres fenómenos que a la larga tendrían un impacto político de gran alcance. El primero es que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó municipios muy importantes del estado después de muchos años, entre ellos Guadalajara, que el Partido Acción Nacional (PAN) había mantenido a lo largo de 15 años. El candidato ganador de aquella elección fue Aristóteles Sandoval, que eventualmente se convertiría en gobernador de Jalisco. El segundo es que en esa misma elección Enrique Alfaro ganó la presidencia municipal de Tlajomulco de Zúñiga a través del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y fue la primera ocasión que un partido de izquierda ganó una alcaldía metropolitana en Jalisco. El tercero es que en esta elección apareció con gran fuerza un movimiento de anulación del voto que logró que algunos distritos electorales como el 8, 10 y 12 tuvieran un incremento significativo en el voto nulo.

Las elecciones del año 2012 significaron la alternancia política en Jalisco después de 18 años de gobiernos estatales panistas y Aristóteles Sandoval se convertiría en el primer gobernador priista después de casi dos décadas. Enrique Alfaro después del rompimiento político que tuvo con el Grupo Universidad de Guadalajara y con el PRD lanzó su candidatura a gobernador por medio del Partido Movimiento Ciudadano (MC), y aunque perdió esa elección, el alfarismo se convirtió en una fuerza política emergente que retuvo la presidencia municipal de Tlajomulco de Zúñiga y tuvo presencia en el Congreso Local a través de cinco diputados.

 

Tipos de voto

Antes de pasar al análisis de los resultados electorales del año 2015 en Jalisco explicaré de forma muy sintética los tipos de forma de votar que se pueden reconocer en el espacio público con el fin de contar con un referente analítico en torno al comportamiento electoral, es decir, a la forma en como las y los ciudadanos deciden actuar frente a los procesos de electorales. Para ello enumero los siguientes tipos de votos.

Voto duro ideológico: son aquellas personas que tienen muy arraigada su preferencia electoral y que bajo cualquier circunstancia van a votar por el partido político que apoyan sin importar el contexto político, las crisis internas en el partido o el candidato propuesto. Este segmento de población tiene una fuerte conexión con lo que ahora se le llama “marca–partido”. Los partidos más tradicionales y consolidados son los que suelen contar con este tipo de votantes que suelen ser personas adultas.

Voto duro de estructura: los partidos políticos desarrollan estrategias para movilizar votantes el día de la elección. Esto lo hacen a través de la formación de estructuras territoriales, es decir, de pequeños grupos de barrios o colonias que con una organización que suele ser piramidal convencen a personas de su entorno inmediato a votar por algún partido político y suelen utilizar algunos incentivos para consolidar su voto. Este voto no es tan sólido como el voto duro ideológico, ya que depende mucho de la labor de los “movilizadores” y de los incentivos que se utilicen.

Cuando se habla de voto duro se confunden estas dos tipologías (ideológico y de estructura) y se habla de éste como si fuera una realidad inmutable cuando siempre hay posibilidades de que se modifique, ya que en este tipo de procesos sociales no hay certezas invariables y precisamente las elecciones del año 2015 dejaron clara esta posibilidad.

Voto de castigo: este fenómeno se presenta cuando en una comunidad existe un fuerte descontento hacia el partido gobernante y se opta por no votar por él como una forma de “castigar” su desempeño. Más que un voto en positivo es un voto en contra de algún actor político que suele ser capitalizado por los adversarios electorales.

Voto útil: este tipo de voto aparece cuando algunos ciudadanos se percatan de que su opción electoral no tiene posibilidades reales de ganar la contienda electoral y optan por apoyar a candidatos que sí tienen altas posibilidades de alcanzar el triunfo. En México el ejemplo más conocido de voto útil se dio en el año 2000, cuando muchos electores de la izquierda votaron por Vicente Fox.

Voto diferenciado: este tipo de votante es el que analiza por separado cada una de las elecciones que va a realizar y suele sufragar de forma distinta para cada cargo en disputa, es decir, son ciudadanos que para presidente municipal pueden elegir a un personaje, para diputados federales optan por la propuesta de un partido distinto, y en el caso de diputados locales hacen su voto para favorecer a otro partido diferente a los anteriores. Este tipo de voto suele ser muy razonado y estratégico.

Voto comprado: este tipo voto es aquel donde el elector deposita su voto luego del pago en dinero o en especie para emitir su sufragio por un determinado partido político. Este tipo de acción incurre en delito electoral.

Voto coaccionado: esta forma de voto aparece cuando las y los ciudadanos son amenazados con el fin de que emitan su voto por un determinado partido político. La forma más común de la coacción es la amenaza de retirar apoyos gubernamentales o quedar fuera de la lista de beneficiarios de programas sociales. Este tipo de práctica también se constituye como delito electoral.

Voto nulo: los ciudadanos que anulan su voto son aquellos que siguen confiando en el sistema político y en las reglas electorales, pero ninguna de las opciones políticas de ese momento los convencen, entonces depositan el sufragio en las urnas pero se encargan de que quede claro que no votan por ningún partido político. Esta acción puede tener efectos políticos, pero no tiene consecuencias legales. En el caso de México en las elecciones del año 2009 se conformó un fuerte movimiento anulista que llegó al 5% de los votos en el caso del estado de Jalisco.

Abstención activa: en este caso las y los ciudadanos repudian al sistema político, a los procesos electorales y proponen no ir a votar como una acción de denuncia política y para no legitimar las elecciones y sus resultados. Esta acción puede tener efectos políticos, pero no tiene consecuencias legales.

Abstención apática: son las y los ciudadanos a quienes les interesa muy poco los procesos políticos en general y no van a votar como fruto de ese desinterés. Este tipo de personas no suelen participar en ningún proceso colectivo o comunitario, incluyendo los procesos electorales.

Una de las críticas más fuertes que se realiza hacia los votantes que anulan su voto o se abstienen es que su acción política no tiene ningún tipo de repercusión legal y que no afecta a los partidos políticos de forma contundente, y en el caso de los abstencionistas es muy difícil saber si es una abstención activa o apática. La respuesta de los que defienden estas posturas es que mientras sigamos votando estamos permitiendo y legitimando a este sistema político que está en crisis sistémica, como lo apuntan algunos colectivos anarquistas que existen en Jalisco o algunos periodistas.[1]

 

Análisis de los resultados electorales 

Con los antecedentes y el marco de referencia ya planteado, ahora pasaremos al análisis de los resultados del domingo 7 de junio de 2015 en el estado de Jalisco.

En cuanto a las veinte diputaciones locales en disputa por mayoría relativa los resultados fueron los que se muestran en la tabla 11.1.

De acuerdo con lo anterior el PRI ganó en diez distritos que están ubicados en las distintas regiones del estado, MC obtuvo nueve distritos, casi todos de la ZMG salvo el distrito de Puerto Vallarta, y en el distrito 10 ganó Pedro Kumamoto como candidato independiente. Ni el PAN ni el PRD pudieron obtener una diputación por mayoría relativa, sin embargo por la vía plurinominal el Congreso Local quedó conformado de la siguiente manera luego de una controvertida resolución del Tribunal Electoral que modificó la primera asignación que había realizado el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco (IEPCJ), como se aprecia en la tabla 11.2.

Como podemos ver el PRI, que tenía el control del Legislativo perdió la mayoría en el Congreso Local y MC se convirtió en la primera fuerza electoral en el estado de Jalisco, por su parte el PAN se colocó en un lejano tercer lugar que muestra la crisis que aqueja a ese instituto político. El PRD mantuvo el mismo número de diputados que tuvieron en la Legislatura que concluyó al finalizar septiembre de 2015; el Partido Verde ahora tiene tres curules, el Partido Nueva Alianza obtuvo un diputado y por primera vez hay un diputado independiente en Jalisco que llegó a la curul por esta vía, lo cual se muestra en la figura 11.1.

En lo que se refiere a las 19 diputaciones federales de Jalisco, los resultados se muestran en la tabla 11.3.

En este caso el tricolor se hizo de ocho diputaciones federales, MC ganó en diez distritos y el PAN obtuvo una diputación federal. Tampoco en este caso el PRD logró ganar en ningún distrito federal.

En lo que se refiere a la cantidad de municipios ganados, la tabla 11.4 muestra los triunfos para cada partido y coalición.

Como se muestra en la tabla 11.4, en cuanto al número de municipios el PRI y la coalición PRI –Verde gobernarán en 61 municipios, le sigue el PAN con 25 ayuntamientos, MC con 24 gobiernos municipales y luego muy lejanamente está el PRD con cinco ayuntamientos, y la coalición PAN–PRD que solo ganó cinco alcaldías; el PT tiene dos presidencias municipales y Nueva Alianza, Partido Humanista y Encuentro Social, cada uno con un gobierno municipal.

En cuanto al tamaño de la población, MC obtuvo el triunfo en la mayoría de los municipios más poblados y se estima que gobernará a alrededor de 60% de las y los jaliscienses.

Ahora bien, un fenómeno que prácticamente no se ha analizado hasta el momento es la abstención en el estado. De acuerdo con los resultados que arrojó el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) hasta la noche del martes 9 de junio y que luego se confirmaron con los cómputos finales, se podían ver dos tendencias de votación en el estado. Por un lado los municipios rurales mostraban un buen índice de participación, que en muchos casos rebasó 50% de los inscritos en el padrón electoral, solo por citar el caso de municipios como Bolaños que tuvo 81% de participación, Atemajac de Brizuela y Chimaltitán con 78% de electores que acudieron a las urnas, y Manzanilla de la Paz y San Marcos, que tuvieron una afluencia de votantes de 75%.

Sin embargo, en las ciudades medias y en los municipios metropolitanos la abstención marcó la elección. Para este análisis retomo los resultados electorales municipales de 16 poblaciones que tienen gran importancia por su cantidad de población o por su relevancia política en la entidad. De estos 16 municipios solo en cinco la abstención fue menor a 50% del padrón electoral y en ningún caso la participación fue mayor a 56%. En la tabla 11.5 se muestra la abstención, el voto nulo y lo que denomino voto positivo, al que defino como el porcentaje de personas inscritas en la lista nominal de electores que efectivamente votó por el candidato ganador en su municipio.

De acuerdo con la última encuesta de calidad de vida de Jalisco Cómo Vamos, 70% de los habitantes de la ZMG estaban dispuestos a salir a votar en las elecciones que acaban de pasar; si esto se hubiera cumplido la abstención estaría en 30% aproximadamente, sin embargo los resultados están a la vista. El voto urbano de Jalisco mostró un fuerte abstencionismo y en  once de las 16 ciudades analizadas los abstencionistas rebasaron 50%. Esto matiza profundamente las victorias de los ganadores, ya que de acuerdo con los datos citados anteriormente solo en cuatro de las 16 ciudades que se analizan el voto del padrón electoral a los ganadores supera 20% de los ciudadanos, pero ningún caso rebasa 25%; en ocho alcaldías la anuencia de los electores está entre 15 y 20% del padrón electoral, y en cuatro municipios los candidatos ganadores no superan ni siquiera 15% de los posibles electores. Es decir, en todos los casos hay por lo menos 75% de ciudadanos que no votaron por los alcaldes que van a gobernar. Esta situación supone un serio problema de legitimidad, ya que esta democracia provoca que minorías decidan sobre el destino de todas y todos. Si lo vemos desde otra óptica, el gran ganador en Jalisco del proceso electoral de 2015 fue la abstención.

Ahora bien, otro de los mitos que se derrumbó en los comicios del año 2015 y que fue abanderado por intelectuales, activistas y miembros de partidos de oposición es que la abstención favorece estructuralmente al PRI. Los ganadores de los once municipios analizados que tuvieron una abstención mayor a 50% se repartieron de la siguiente forma: PRI (4) y MC (7), es decir, en las zonas urbanas la abstención favoreció sobre todo a MC.

De acuerdo con los resultados numéricos antes descritos, podemos plantear las siguientes hipótesis sobre lo que pasó en estas elecciones: a) un fuerte voto de castigo al PRI; b) cuyo depositario fue fundamentalmente MC, es decir, hubo voto útil hacia el partido naranja; c) con un escenario de abstención creciente que no favoreció al tricolor, y d) con una caída estrepitosa del PAN y del PRD, que fueron afectados por el voto útil hacia el alfarismo.

 

Reflexiones sobre los fenómenos más interesantes en los comicios recientes

Además del análisis de los resultados resulta necesario hacer una ponderación de los hechos más relevantes que nos dejaron los comicios que se efectuaron en el mes de junio de 2015, tanto en el plano federal como en el estatal, para determinar tendencias, reconocer retrocesos y vislumbrar factores positivos. A continuación propongo las siguientes reflexiones.

 

El fenómeno Pedro Kumamoto, redes sociales
y el poder de los convencidos

En primer lugar el joven Pedro Kumamoto se convirtió en el primer candidato independiente en la entidad en lograr una diputación, que fue por el distrito 10 local. El hecho fue por demás sorpresivo, ya que la última y única encuesta dada a conocer por el periódico Mural sobre las tendencias en esta demarcación lo colocaban en tercer lugar, por debajo de Margarita Alfaro (MC) y de Laura Haro (PRI), al final el candidato independiente de 25 años logró un triunfo inobjetable en un distrito que tradicionalmente se consideraba el más panista del estado.

Todavía sin tener a la mano un análisis exhaustivo del asunto, podemos señalar algunas de las razones que llevaron a Kumamoto a alcanzar este logro: 1) un fuerte voto de castigo a los partidos tradicionales que el candidato independiente supo capitalizar; 2) la realización de una campaña electoral austera y fuera de los marcos de lo que suelen tener los partidos políticos que fue muy bien recibida por el electorado; 3) el uso intensivo de las redes sociales como una forma alterna de hacer campañas electorales; 4) una fuerte presencia en medios masivos de comunicación que superó con creces a sus demás adversarios (este hallazgo lo hizo el Observatorio de Medios Q ITESO), y 5) una red muy amplia de personas que impulsaron y apoyaron su candidatura y que estaban plenamente convencidos de las bondades de esta postulación. Sin saber todavía en qué medida afectaron cada uno de estos factores, sí podemos señalar que la combinación de todos ellos tuvo como resultado la alta votación para Pedro Kumamoto en el distrito 10 local de Jalisco y la muestra pública de muchas simpatías por parte de personas que no votaban en esa demarcación pero que mostraron su apoyo a la candidatura.

Ahora bien, es necesario señalar que Q ITESO hizo una encuesta de consumo de medios en el municipio de Guadalajara y parte de sus resultados mostraron que 50% de los habitantes de ese territorio se informa de política a través de la televisión, mientras que la radio, Facebook y la prensa escrita son consultadas por 12% de las y los tapatíos; suponiendo que estas tendencias son más o menos similares en el municipio de Zapopan se confirma que el éxito de Kumamoto no se explica solo por su campaña en redes sociales, sino que también se relaciona con otros factores citados anteriormente.

 

Las encuestas: casi todos se equivocaron

Si se pudiera hablar de grandes derrotados en el proceso electoral pasado, estos fueron las casas encuestadoras y algunos medios de comunicación que mostraron tendencias muy distintas a lo que realmente sucedió. El panorama que estas empresas quisieron colocar en la opinión pública estuvo muy lejano a la forma como las personas realmente votaron.

Los encuestadores no fueron capaces de descubrir el hartazgo creciente hacia los partidos políticos y la falta de legitimidad que existe hacia el sistema político mexicano en su conjunto, tampoco calibraron la modificación de las tendencias a lo largo del proceso de las campañas ni lograron ver el voto de castigo que se estuvo germinando en el periodo electoral. Buena parte de la sorpresa que tuvimos en los pasados comicios es que las encuestadoras dibujaron un escenario inexistente que fue roto con los resultados electorales.

Algunas de las causas que pueden explicar estos errores son: a) fallas metodológicas en el diseño de las encuestas; b) intención de usar las encuestas como propaganda política; c) la falta de credibilidad de las encuestas provocaron que la gente empezara a dar respuestas falsas a las encuestadoras; e) errores evidentes en la conversión de la preferencia bruta a la preferencia efectiva.

Las encuestas como herramientas para discernir el voto ya estaban muy cuestionadas desde el proceso electoral del año 2012, con lo que pasó en las recientes elecciones las encuestadoras tendrán que remontar y revalorar su imagen frente a una enorme falta de credibilidad para volverse a colocar como un instrumento válido para los ciudadanos. De no hacerlo así nadie volverá a tomar en serio a las encuestas y dejaremos de contar con una herramienta que teóricamente puede resultar muy útil para el desarrollo democrático.

 

El fracaso de la guerra sucia y el voto diferenciado

Otro de los hechos significativos de este proceso electoral es que la campaña sucia no tuvo los efectos deseados y que hubo regiones y territorios del estado donde hubo una clara diferenciación del voto.

Las redes sociales y las calles fueron escenarios de descalificaciones, acusaciones y denostaciones muy fuertes entre la clase política. Las llamadas campañas de “contraste” fueron llevadas al límite y rebasaron la línea de lo que significa la diferenciación de proyectos políticos, que más bien se trasformaron en campañas basadas en la descalificación de las personas y de los candidatos.

Desde el desarrollo mismo de las campañas ya se avizoraba que la ciudadanía estaba rechazando este tipo de propaganda e instaba a los candidatos a centrarse en sus propuestas y en el proyecto político que estaban enarbolando. A pesar de estos mensajes, muchos asesores políticos y candidatos a puestos de elección popular se empeñaron en seguir esta ruta y al final los resultados para ellos fueron desastrosos.

No hay suficiente evidencia empírica para afirmar que la guerra sucia jugó en contra de sus creadores, pero sí hay elementos para decir que fue un fracaso en términos de efectividad electoral. Una buena noticia en estos comicios es que buena parte de la ciudadanía se volvió inmune a la guerra sucia, y esto es una fuerte llamada de atención hacia los partidos políticos que tendrán que pensársela dos veces para volver a incurrir en este tipo de prácticas en las campañas políticas.

Otro de los fenómenos que llama poderosamente la atención es que la ciudadanía del estado diferenció su voto. Por ejemplo, en Zapopan hubo una abstención alta, y los que votaron eligieron a MC para la diputación federal y para el gobierno municipal, y a la vez eligieron al primer candidato independiente a una diputación local.

En el sur de Jalisco, por ejemplo, el presidente municipal de Zapotlán el Grande (José Luis Orozco), del PRI, para el periodo 2012–2015, logró ganar la diputación federal del distrito 19 de Jalisco, pero a la vez su partido perdió el municipio más importante de esta demarcación (Zapotlán el Grande) que ganó MC. Por otra parte la diputación local (19) la obtuvo el tricolor, pero a la vez este distrito fue el territorio que mayor número de votos le otorgó al PRD en la entidad. Dicho de otra forma, parece que la ciudadanía está diferenciando más su voto y haciendo elecciones distintas de acuerdo con valoraciones particulares para cada cargo de elección popular en disputa.

 

Los “personajes” de la elección:
“el Bronco”, AMLO y Alfaro

Si atendemos el escenario nacional, dentro del saldo que dejaron las elecciones federales y locales sobresalen tres personajes que se convirtieron en los grandes ganadores de la contienda. El primero de ellos es Jaime Rodríguez “el Bronco”, que se convirtió en el primer gobernador en el país que llegó a este cargo de elección popular por la vía de las candidaturas independientes.

“El Bronco” fue priista durante 30 años, decidió salirse de ese partido y se postuló como candidato independiente apoyado por la cúpula empresarial de Nuevo León, que deseaba que el siguiente titular del poder ejecutivo de aquella entidad no tuviera una procedencia partidista.

El hartazgo neoleonés hacia la clase política local, junto con un decidido apoyo de los empresarios locales, se combinaron para que “el Bronco” tuviera una victoria contundente en las pasadas elecciones.

El segundo personaje al que se le puede adjudicar un triunfo relevante en los pasados comicios fue Andrés Manuel López Obrador, que logró que Morena se convirtiera en la cuarta fuerza electoral a escala nacional, con una bancada en la Cámara de Diputados de 35 curules y que se colocó como la primera fuerza política en la Asamblea del Distrito Federal. Donde el crecimiento de Morena no fue tan significativo fue en el estado natal de López Obrador, donde su partido solo obtuvo la presidencia municipal de Comalcalco, Tabasco, y algunas diputaciones en el Congreso Local.

Pese a lo anterior, es evidente que López Obrador refrendó que sus seguidores siguen constituyendo una fuerza política significativa en este país y que empezará a disputarle de tú a tú al PRD su lugar como el partido político que representa a la izquierda en México.

El tercer personaje que sobresalió en los recientes comicios fue Enrique Alfaro, que logró un avance significativo de Movimiento Ciudadano en el estado de Jalisco al ganar la mayor parte de las ciudades medias y grandes de este estado (gobernará a 70% de las y los jaliscienses) y la mayoría en el Congreso Local de Jalisco. Además, con la votación que obtuvieron en la elección de diputados federales le otorgó a este instituto político una presencia significativa en la Cámara Baja, con la que conserva el registro como partido político nacional. Cabe señalar que los diez diputados de mayoría relativa que tendrá MC en el Congreso Federal todos provienen del estado de Jalisco.

 

El PAN y el PRD tocaron fondo

Acción Nacional y el partido del sol azteca son dos de los grandes perdedores de las elecciones pasadas, ya que su presencia electoral disminuyó notablemente y la alianza electoral que hicieron en más de 30 municipios no tuvo los resultados esperados. Su presencia en el Congreso Local estará menguada y no van a gobernar en municipios de fuerte relevancia política.

Podemos señalar cuatro causas que provocaron el proceso de descomposición de estos partidos y que afectaron en el ánimo de los que en otros tiempos votaron por ellos: a) ambos institutos políticos incurrieron en escándalos de corrupción que fueron conocidos en la opinión pública a nivel nacional; b) los dos partidos entraron en una dinámica de desdibujamiento ideológico y de un excesivo pragmatismo político; c) su participación en el Pacto por México hizo que las cúpulas de ambos institutos políticos abandonaran sus posiciones críticas y de oposición ante las mal llamadas reformas estructurales que han sido muy mal recibidas por la mayor parte de la población, y d) en el caso de Jalisco la opinión pública percibió a estos institutos políticos muy cercanos al PRI.

 

Breves conclusiones

Luego del recuento presentado hasta este momento, podemos señalar algunas de las principales conclusiones y tendencias que dejaron las elecciones federales y estatales de junio de 2015, a saber:

    1. El sistema político mexicano sigue en crisis, ya que es una democracia en la que solo participa la mitad de la población y por lo tanto genera gobiernos de minorías, es decir, que los gobernantes elegidos cuentan con la anuencia de una pequeña parte de las y los ciudadanos. Además quedó demostrado que la abstención electoral no favorece al PRI y que en las grandes ciudades el abstencionismo es más alto que en el mundo rural.
    2. Los partidos políticos tradicionales (PRI, PAN y PRD) están sumidos en graves crisis internas que les implican un proceso serio y concienzudo de autocrítica y en algunos casos de refundación de sus institutos políticos.
    3. Algunas candidaturas independientes y partidos políticos emergentes (MC, Morena) fueron los grandes ganadores (en la medida de lo que cabe) del reciente proceso electoral, ya que consiguieron triunfos significativos y supieron capitalizar el voto de castigo hacia los partidos tradicionales.
    4. Algunas empresas encuestadoras resultaron afectadas en su credibilidad y el uso propagandístico de las encuestas fue una tendencia que al final de la elección quedó clara, ya que sus resultados fueron muy diferentes a lo que arrojó la elección. Esta situación plantea un gran reto a medios de comunicación y encuestadores para recuperar la credibilidad perdida en las elecciones del año 2015 y que se añade a lo que ya había pasado en el plano federal en los comicios del año 2012. Es necesario volver a contar con encuestas que efectivamente sean un instrumento de los ciudadanos y no de los partidos políticos, ni de los grupos de poder.
    5. El uso de la guerra sucia como método para hacer campañas electorales quedó desacreditado y de ahora en adelante los partidos políticos tendrán que diseñar campañas de propuestas y de debate en torno a los proyectos políticos y frenar las estrategias de denostación de los adversarios.
    6. En algunas regiones y territorios de Jalisco crece la tendencia de diferenciación del voto, es decir, cada vez más los ciudadanos hacen razonamientos particulares para cada puesto de elección popular en disputa.

 

Referencias 

INE: http://computos2015.ine.mx/nacional/votosporpartido/

IEPCJ: http://prep2015.iepcjalisco.org.mx/

Q ITESO: http://qmedios.iteso.mx/wp-content/uploads/2015/02/resultados-encuesta-audiencias-28-abril-2015.pdf

 

[1] Algunos periodistas, como Rubén Martín, Raúl Torres o Jesús Estrada han defendido públicamente la abstención electoral.