Luis René Navarro Figueroa (1936–2017)

Isabelana Noguez Pérez

 

Era exigente y reservado. Cuando se encontraba en la redacción del periódico El Informador se le veía escribiendo en su oficina. De vez en cuando se alejaba del escritorio y los periódicos para cruzar la puerta y fumarse un cigarrillo, en tiempos en los que se permitía hacerlo dentro de las redacciones.

Le gustaba observar a todo el mundo. “Poco convivía con los demás, se dedicaba a los suyo”, dijo, en entrevista su amigo y colega Antonio Flores Pozos, “don Toño”, columnista de Picaporte.[1]

Luis René fue cablista de notas nacionales e internacionales, reportero, coordinador de temas locales y de investigación, y jefe de información en el periódico El Informador. Sus notas destacaban la historia de Jalisco, su cultura, sus artesanías y lo “desconcertante” que era la capital tapatía. “Guadalajara ha sido siempre la alegre y hospitalaria representativa de México secular, la que abre sus brazos con toda franqueza a propios y extraños en esta época de los objetos supersónicos y los nervios destrozados”, escribió el 27 de agosto de 1967 en El Informador.

Dedicó numerosas columnas en “cartas de amor” para la ciudad. En 1968, en su columna “Hoy y Mañana”, escribió sobre el clima característico de la Perla Tapatía, sobre la hospitalidad y cordialidad de su gente, lo que “ocasiona que la capital jalisciense sea la ciudad exacta que el hombre necesita para vivir”.

Luis René aprendió periodismo en la escuela de la redacción, como dijo aquel día en el 2004 cuando ganó el Despertador Americano por trayectoria periodística. “Así aprendíamos la vieja guardia. Salíamos a reportear con los más veteranos y eran nuestros maestros”.

Luis René, recordó don Toño, era un periodista muy exigente, le gustaba la calidad. Al coordinar unidades y secciones del periódico, se convirtió en maestro de reporteros. “Analizaba las notas y si algo estaba mal los llamaba y con palabras fuertes los reprendía. Los regañaba para que los corrigiera”, añadió. Sus colegas lo recuerdan como un periodista apasionado por la verdad. En tiempos de oficialismo y tratos condescendientes, “Luis René siempre fue imparcial en sus columnas y en sus críticas… tal vez por eso era muy apreciado en las fuentes que cubrió. Muy cuidadoso y meticuloso con sus notas. Cuidaba mucho el buen uso de lenguaje”, señaló don Toño.

Luis René trabajó en El Informador durante más de 40 años. A Luis René le gustaba tomarse sus tequilas y salir a comer a restaurantes de antojitos, le encantaban los mariscos. Pero lo que más le gustaba era ir a la playa. Cuando tenía la oportunidad no lo pensaba dos veces, tomaba su auto y se marchaba a escuchar las olas del mar. En una de sus columnas en Pórtico una vez escribió sobre el “viaje de la vida, ese que no tiene retorno”. Su viaje comenzaría la mañana del 9 de agosto de 2017, a los 81 años de edad. Don Toño dijo desconocer la causa de su muerte. La última vez que tuvo noticias de él se enteró de que estaba muy enfermo, “tal vez los años se le vinieron encima”, dijo con voz tenue.

 

[1]Entrevista realizada el 5 de octubre de 2017.